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Me duele reconocerlo, pero es así. Nuestra patria, está en peligro de muerte. Es un Estado fallido por culpa de unos gobernantes (con Sánchez a la cabeza) que sólo buscan sus inconfesables anhelos de convertirnos en acólitos de China, Rusia, Venezuela y Cuba.
Mameluco, en el diccionario, trae dos acepciones: Soldado de una milicia privilegiada de los sultanes de Egipto. Hombre necio y bobo. Valen ambas. La historia recuerda que los jinetes egipcios fueron los que consiguieron la primera derrota de Napoleón, también que éste ganó la batalla de Las Pirámides y conquistó El Cairo.
El pasado miércoles, la derecha, también la catalana, junto con la extrema derecha tumbaron la aprobación de un decreto-ley del Gobierno que incluía diversas medidas sociales. Ha sido su gran triunfo en esta legislatura, un triunfo sobre el gobierno Sánchez perjudicando a aquellos más desfavorecidos por la vida y la fortuna: los trabajadores y los pensionistas.
El gobierno de Pedro Sánchez se enfrenta a un problema estructural, que trasciende lo político y afecta directamente a millones de ciudadanos en España. Las recientes tensiones parlamentarias y el bloqueo al decreto ley que incluía medidas sociales vitales, como la subida de las pensiones, las ayudas a los afectados por la DANA en Valencia y la subvención al transporte público, han puesto de manifiesto la urgencia de replantear la estrategia legislativa.
La izquierda sólo pretende ser un pastor guiando al rebaño de ovejas, no pretende otra cosa porque es así... ¿Cómo? Manipuladora, sin ideas y despilfarradora. Por otra parte, los reconocibles cazadores de subvenciones obvian las debilidades de nuestro mercado de trabajo: cultura deficitaria del valor empresarial, desequilibrio territorial por sectores, bajo nivel de innovación y una elevada precariedad del empleo con todas sus derivas perniciosas.
Sólo la prudencia de ciertas fuerzas políticas está “frenando” otro enfrentamiento social entre los españoles. La DEMOCRACIA, sin Parlamento, sin Senado y sin división de poderes, no es DEMOCRACIA, sino más bien es un asalto al famoso “Capitolio” de la LIBERTAD.
Continuamos con el examen sobre los casos pendientes que Pedro Sánchez quiere condonar, porque la fetidez de estos puede hacer que le produzca asfixia y acabe con su prepotencia. Con Alfonso Guerra asistimos al vergonzoso episodio de su hermano Juan, llamado el “hermanísimo”. Parece que esta actitud es un signo de identidad del PSOE, pues el hermanísimo de Pedro, David, está imputado hasta en cinco delitos, mejor presuntos, de corrupción y fiscales.
Pedro Sánchez está en tal situación, tan cercado y acorralado por los crímenes que han cometido personas muy allegadas a él como no se ha visto una situación igual a la que se encuentra. Si no fuese por lo suelta que tiene la lengua, el desparpajo con el que habla y las mentiras que pretende que demos por verdades, sería para tenerle lástima, pero no, no la merece porque ya no se sabe cuándo dice la verdad. Todo lo que sale de su boca es pura falacia.
Desde el Gobierno lo niegan todo. Es su forma de hacer política, sea mintiendo y negando o escurriendo el bulto como irresponsables que han demostrado ser. Lo están viendo a diario: con Alvarito, en su nefasto papel de fiscal general desprecian lo que el juez comprueba con suma claridad, pero si hasta Miguel Ángel Rodríguez ha presentado los correos y ha echado abajo las mentiras de los ministros «dóberman» y del mismo mentiroso de Moncloa.
Nadie duda que a Begoña Gómez le ha pillado el carro de las falsedades, las mentiras y los silencios. El presidente puede llegar a ver cómo ella es condenada por meter la mano donde no debe y por falsear cuanto la relaciona con la UCM (Universidad Complutense de Madrid), con los viajes a República Dominicana, con el África Cénter, la apropiación indebida y con la extendida trama de Víctor de Aldama y demás aprovechados del erario público.
De justicia y por agravio comparativo sería conveniente y muy necesario, recordar y celebrar los fastos de la Segunda República y la de aquellos “gloriosos años treinta”, previos a la desdichada guerra civil. Señor presidente de España, don Pedro Sánchez, manipular la historia no es, precisamente, la misión encargada a un presidente y lo que un presidente jura cuando toma posesión de su cargo.
El Gobierno fracasa con las cantidades de las ayudas a los afectados por la DANA y fracasa, también, con el modelo de ayudas porque son escasas y hay que devolverlas. Transcurrido mes y medio desde la catástrofe comprobamos la inutilidad del Gobierno del dictador Sánchez. Su huida, como conejo con el rabo entre las patas, ya nos hizo pensar que el establecimiento de ayudas no sería de buena fe.
Sánchez ha decretado un año para solazarse, explayarse, engatusar. Un año de gracia para gozar y que su chusma se divierta con las burlas a “su desconocido amigo” Franco. Ciento y más veces le va a recordar, más o menos una cada tres días, para no perder ritmo en la festiva celebración. 8 de enero inauguración del festival, hay que empezar pronto, no se puede perder tiempo, es corto un año para embaucar.
Hay un reclamo persistente dentro de la ciudadanía para que los partidos políticos o sus dirigentes se reúnan para consensuar posiciones para afrontar temas básicos. Llevo lo suficiente en política para saber que siempre ha habido en el país rivalidades políticas fuertes: izquierda y derecha, secesionismo y constitucionalismo..., basadas en proyectos de gobierno antagónicos.
Somos aún millones de españoles los que nacimos y vivimos durante el régimen de Franco: estudiamos, trabajamos y nos educamos para desarrollar y enriquecer a una España con la sola pretensión de disfrutar de la paz y convivencia que nos ha garantizado, hasta hoy, la Constitución de 1978.
‘Es importante asumir nuestra propia historia, solo así podremos aprender a conformar activamente la democracia’. La frase, de Ángela Merkel, es conocida. La dijo al comienzo de una carrera política que la llevó, desde el este alemán a la cancillería de su país y a la vanguardia de Europa.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no contento con la profanación y caprichoso destino que en octubre de 2019 dio al ataúd del general Franco, con profusa publicidad en contra de lo prometido, ha decidido (para intentar tapar sus innumerables vergüenzas) volver sobre el mismo personaje, pretendiendo anular el multitudinario acuerdo de todos los españoles que votamos con un porcentaje del 87,87% la aprobación de la Constitución de 1978, con el deseo de vivir en paz.
Visto lo visto, con el nombramiento de Teresa Ribera como comisaria de la Comisión Europea, es evidente que la política española se nos ha ido de las manos. Mejor dicho, se le ha ido al Gobierno que, entre las corruptelas y la mafia imperante, tiene paralizado al país, entretenidos a los jueces y con los ministros jugueteando: todos niegan haber recibido comisiones, pero las pruebas de Víctor de Aldama demuestran que sí las han recibido, muchas y gordas.
Algunos lectores ni sabrán que Gibraltar se perdió por el Tratado de Utrecht (abril 1713 / julio 1715). Inglaterra heredó entonces Gibraltar y Menorca, aunque esta última la recuperamos merced a la Guerra por la Independencia de los Estados Unidos de América. ¿Y del Peñón? Llevamos un cuarto de siglo XXI, y sin noticias...
Aprovechando la ofensiva mediática y judicial al entorno contra Sánchez a raíz del caso Koldo y el de su esposa Begoña Gómez, Puigdemont estaría presionando a Sánchez a someterse a una moción de confianza en el Congreso. En el supuesto de presentarse dicha moción, no sería descartable el consenso entre PP y Junts, al ser ambos partidos los testaferros de los intereses del establishment económico del Estado español.
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