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El problema del intrusismo laboral en la cirugía plástica y estética | |||
La figura del intrusismo en la cirugía plástica es muy antigua y ha existido siempre | |||
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El intrusismo laboral es un mal que afecta a todas las profesiones. La RAE define el vocablo intrusismo como el "ejercicio de actividades profesionales por personas no autorizadas para ello", y remarca que "puede constituir delito". Según la legislación española, el hecho de que una persona se haga pasar por un profesional titulado cuando no lo es, supone un delito penal, tipificado con pena de cárcel. Mª Dolores Serrano Tárraga afirma en su libro "El Delito del Intrusismo Profesional" (Cuadernos Civitas), que el intrusismo profesional consiste en ejercer actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo a la legislación vigente.
La figura del intrusismo en la cirugía plástica es muy antigua y ha existido siempre. Las funciones propias del cirujano plástico y estético se prestan para que haya personas que, sin tener la titulación exigida, se animen a ejercer la profesión pretendiendo ser especialistas en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Pero no debe olvidarse que el intruso no posee la preparación adecuada para el desempeño de la profesión. En España la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora es un título de especialista oficial, MIR de 5 años de duración. La situación se vuelve mucho más peligrosa y nociva cuando se tratan temas de salud. Los falsos especialistas ponen en riesgo la salud de sus pacientes e incluso su vida, en los casos más graves. Para ejercer correctamente esta profesión es fundamental contar con una formación adecuada que permita afrontar las intervenciones y las posibles complicaciones durante la cirugía con las máximas garantías de éxito. Los distintos cursos, másteres o talleres de cirugía estética que se realizan no son suficientes para ejercer como cirujano plástico o estético, ya que no proporcionan la formación ni el entrenamiento necesario. Cualquier médico no puede hacer de todo. Cristino Suárez, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE,) ha declarado recientemente que en España hay alrededor de 1.200 cirujanos plásticos pero que el total de personas que están realizando este tipo de cirugía asciende a una cifra cercana a los 9.000. Unas cifras más que alarmantes. Solo uno de cada diez cirujanos que realizan intervenciones en España cuenta con la titulación necesaria. Por esta razón es fundamental que el paciente exija al médico el título oficial de especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora. Hay que tratar de concienciar a la población de la importancia de elegir correctamente a su cirujano para evitar riesgos y garantizar que los ciudadanos van a ser tratados por personas auténticamente capacitadas para asumir las intervenciones y ofrecerles seguridad. Dr. Julio Terrén, Cirujano Plástico y Doctor en Medicina www.drterren.com Especialista en cirugía de mamas |
La exposición al ruido en el trabajo puede afectar a la audición de manera irreversible y es considerada una de las causas de enfermedades profesionales según la Organización Mundial de la Salud, que estima que el 16% de los casos de pérdida auditiva se relacionan con el ruido en el trabajo. La normativa española establece que no está permitida la exposición a niveles superiores a los 85 decibelios, ya que puede provocar problemas como acúfenos y fatiga auditiva.
Solo el 28% de las terapias oncológicas recomendadas por la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) tiene financiación completa. La reducción ha sido general en todos los tumores durante el último año, con bajadas tan pronunciadas como en los tratamientos para el cáncer de hígado (35%) o vejiga (30%). La última actualización de Oncoindex también refleja el dato de que Polonia ha alcanzado a España en la financiación de tratamientos oncológicos.
Según datos de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), las enfermedades endocrinas afectan, al menos, al 5 % de la población mundial. Además, como muchas de ellas presentan síntomas genéricos, suelen confundirse con otros trastornos y permanecer enmascaradas en el tiempo, lo que puede derivar en complicaciones a largo plazo. Una de las más comunes es el hipertiroidismo, cuando la glándula tiroides produce en exceso las hormonas tiroideas.
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