La exposición al ruido en el trabajo puede afectar a la audición de manera irreversible y actualmente es considerada una de las causas principales de enfermedades profesionales según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estima que el 16% de los casos de pérdida auditiva a nivel global están relacionados con la exposición al ruido en el trabajo.

La normativa española sobre este tema establece que no está permitida la exposición a niveles superiores a los 85 decibelios (dB), ya que son perjudiciales y pueden provocar problemas auditivos, como acúfenos y fatiga auditiva.
Existen ciertas actividades profesionales en las que existen mayores riesgos de padecer problemas auditivos debido a la exposición a diversas fuentes de ruido, especialmente aquellos sectores con presencia de maquinaria pesada, herramientas eléctricas, procesos industriales intensivos o entornos con tráfico elevado. Según informes del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sectores más afectados por el ruido son:
- Transporte y logística: se estima que los trabajadores de los aeropuertos, trenes, carga o vehículos pesados están expuestos a unos niveles de ruido de entre 80 y 140 dB. - Construcción: las actividades de obra civil, demolición o con maquinaria pesada supone una exposición de entre 90 y 120 dB. - Sector naval y portuario: los puestos de trabajo en artilleros o de carga marítima o que conlleven el uso de grúas portuarias están expuestos a ruido de entre 90 y 120 dB. - Minería y extracción: las labores de perforación, en canteras o con máquinas subterráneas supone una exposición a entre 95 y 110 dB. - Industria manufacturera: los trabajadores de actividades como la automoción, la metalurgia, la siderurgia o maquinaria pesada están expuestos a un nivel de ruido de entre 85 y 105 dB.
Además, los sonidos emitidos por estos elementos son reflejados en paredes, suelos o techos, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas de audición que, unido a un período de exposición de ocho horas de jornada laboral al día por encima de los 85 decibelios (dB), supone un riesgo muy peligroso para la salud auditiva de los trabajadores.
Uno de los síntomas más habituales de una exposición excesiva al ruido es la presencia de zumbidos en los oídos o dificultad para oír otros sonidos cuando se está en un espacio ruidoso, lo cual constituye una advertencia de que comienzan a existir problemas de salud auditiva. Cuando los trabajadores se ven expuestos de manera frecuente y durante un plazo largo de tiempo a altos niveles de ruido sin contar con una protección adecuada, existe un riesgo de desarrollar problemas auditivos.
Los efectos pueden ir desde el desarrollo de una pérdida de audición hasta efectos psicológicos menos evidentes como el aumento del estrés, produciendo una alteración tanto en la vida cotidiana como en el rendimiento laboral. Con motivo del Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Audika, compañía experta en salud auditiva, ofrece una serie de recomendaciones para proteger la audición en el entorno laboral ante una exposición excesiva o prolongada al ruido:
Proporcionar y promover el uso de equipos de protección: el uso de protectores auditivos, como tapones o auriculares antirruido, es esencial en ambientes laborales ruidosos. Estos dispositivos ayudan a reducir los niveles de ruido y proteger los oídos. Además, es clave educar y concienciar a los trabajadores sobre uso de protección de la salud auditiva para los trabajadores.
Mantener un volumen moderado en los dispositivos personales: escuchar música con auriculares a volumen elevado durante la jornada puede agravar los efectos del ruido externo.
Realizar descansos auditivos: si la actividad profesional conlleva una exposición continua a ruidos, es fundamental hacer descansos regularmente para permitir que los oídos se recuperen. Realizar pausas de silencio puede ayudar a reducir la fatiga auditiva y minimizar el riesgo de daños permanentes.
Evaluaciones periódicas del nivel de ruido ambiental: cuando los trabajadores están expuestos de forma habitual a ruidos altos o permanentes, se debe evaluar el nivel de ruido existente y compararlo con los límites establecidos en el Real Decreto 286/2006, sobre protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra la exposición al ruido.
Realizar revisiones auditivas periódicas: la prevención es la mejor forma de evitar la aparición de problemas de audición. Identificar los síntomas a tiempo permitirá a las empresas aplicar medidas correctivas.
Alicia Sánchez, audioprotesista y manager de formación de Audika España, considera que “debemos ser conscientes de la importancia de cuidar nuestra salud auditiva y no avergonzarnos de hablar si empezamos a notar señales de pérdida auditiva. Pedir ayuda a tiempo puede marcar la diferencia”. Además, destaca “la importancia de promover el cuidado de la salud auditiva y fomentar la concienciación sobre las revisiones periódicas”.
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