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El exceso de decibelios al que estamos expuestos durante la mayor parte de nuestro día a día puede provocar problemas de audición no sólo en los adultos, sino también en los niños. El oído de los niños presenta una mayor vulnerabilidad. Aunque el desarrollo del sistema auditivo del niño en el nacimiento es relativamente completo, tiene una competencia muy limitada. Durante los primeros años, el niño es más sensible a los tonos agudos que a los graves.
La contaminación acústica en España es un tema relevante que afecta la calidad de vida y la salud de sus habitantes. La contaminación acústica se refiere a la presencia de ruidos o vibraciones en el entorno que causan molestias, riesgos o daños a las personas, sus actividades o el medio ambiente.
Las consecuencias de la contaminación acústica ya se sufren actualmente en España. En nuestro país, la contaminación acústica provoca cada año más de mil muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones derivadas, además de los más de 2 millones de personas que sufren problemas relacionados con el descanso nocturno, según un informe sobre contaminación acústica ambiental de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
El próximo lunes 25 de abril se celebra el día mundial de las personas con acúfenos, una problemática que se describe como la percepción de un ruido en los oídos o en la cabeza, sin que exista una fuente exterior de sonido.Hoy en día afecta al 10-15% de la población adulta a nivel global y, hasta la fecha, no existe una cura definitiva.
Entre los diferentes tipos de contaminación ambiental que existen, la contaminación acústica es uno de los factores que provoca más problemas de salud. Según afirma la OMS (Organización Mundial de la Salud), un ruido se vuelve perjudicial cuando sobrepasa los 75 decibelios. En la actualidad, en las ciudades es bastante habitual sufrir ruidos que alcanzan y superan ese límite.
Parece ser que estoy predestinado a vivir bajo el pasillo que utilizan las aeronaves para entrar y salir del aeropuerto, no excesivamente lejano, cuando operan desde el valle del Guadalhorce. Cuando vivo en mi paraíso playero sucede lo mismo. Todos los aviones que salen o entran en Málaga sobrevolando el Mediterráneo, pasan por la vertical del Rincón de la Victoria.
Desde hace mucho tiempo he conseguido valorar la diferencia entre oír y escuchar. La mayoría de las personas lo consideran un sinónimo porque piensan que es lo mismo: utilizar el sentido del oído. Cuando se trata de describir la relación que hay entre el emisor del sonido o voz y el receptor de los mismos, se denomina de forma gradual: estoy oyendo, estoy oyendo con atención, estoy escuchando.
La contaminación acústica es uno de los problemas medioambientales más importantes de la sociedad actual. En contra de lo que algunos podrían pensar, el ruido ambiental no solo supone una pérdida de confort en las personas afectadas, sino que constituye un grave problema de salud pública, que afecta a un gran número de personas.
La contaminación acústica constituye una fuente de estrés y de enfermedades relacionadas con la exposición continua al ruido, como la pérdida de audición, la hipertensión o el insomnio. Este riesgo ha llevado a que el confort acústico en cualquier tipo de espacio cerrado esté tomando cada vez más importancia.
Múltiples estudios señalan el ruido como la primera causa de descontento en la oficina, provocando incluso estrés y frustración en el ámbito laboral. Esto es debido, entre otras cosas a distracciones provocadas por el ruido. En un estudio de la Universidad de California del año 2015, se comprobó que un trabajador se ve interrumpido o con la necesidad de cambiar de tarea, cada 3 minutos y 5 segundos.
Después de la contaminación atmosférica, la acústica es la segunda causa de origen ambiental que provoca alteraciones en la salud. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente el tráfico por carretera es la fuente principal de la contaminación acústica en Europa, señalando que 32 millones de personas (una de cada cinco) están sometidas diariamente a niveles de ruido que superan lo permitido. Y es que el ruido es una amenaza invisible.
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