Entre los diferentes tipos de contaminación ambiental que existen, la contaminación acústica es uno de los factores que provoca más problemas de salud. Según afirma la OMS (Organización Mundial de la Salud), un ruido se vuelve perjudicial cuando sobrepasa los 75 decibelios. En la actualidad, en las ciudades es bastante habitual sufrir ruidos que alcanzan y superan ese límite. El tráfico rodado y aéreo y las obras a pie de calle, por ejemplo, suelen ser fuentes de ruido dañino, por lo que estar expuesto de forma más o menos constante a esta presión sonora puede provocar serios problemas: alteraciones del sueño y falta de descanso, estrés, ansiedad, dolor de cabeza, etc.
Un hogar protegido de ruidos perjudiciales es un hogar más feliz. Lo mismo sucede en el ámbito laboral. La exposición prolongada al ruido en el trabajo provoca diferentes dolencias en los empleados, además de crear un ambiente en el que la concentración es prácticamente imposible, por lo que también baja el rendimiento. Por otra parte, existen diferentes tipos de actividades que someten al trabajador a un ruido constante que sobrepasa con creces los decibelios recomendados y que pueden conducir a una pérdida de audición, algo que puede verse, por ejemplo, con el uso de taladradoras eléctricas. En este sentido, la legislación actual reconoce la hipoacusia provocada por el ruido en el trabajo como enfermedad profesional.
Los problemas generados por la presencia de ruido acaban costando miles de euros a las empresas. Además, según datos recientes de la Agencia Europea del Medio Ambiente, el ruido causa más de 16.000 muertes prematuras en Europa y miles de hospitalizaciones al año. Parece claro que estamos ante un elemento generador de enfermedad al que se ha de poner coto.
Una de las mejores formas de protección contra el ruido en espacios cerrados, tanto de uso privado como comercial, es la instalación de paneles acústicos, ya que proporcionan el aislamiento deseado y absorben el exceso de ruido. Solucionan los problemas provocados por sonidos no deseados y devuelven la armonía acústica. Además de las ventajas que proporcionan para preservar la salud, disponen de valores estéticos capaces de decorar cualquier espacio, creando ambientes agradables y acogedores. Cabe destacar que, además de los diseños estándar, las placas o paneles aislantes acústicos pueden realizarse con diseños totalmente personalizados creando espacios inspiradores y armónicos.
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