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La contaminación acústica en España es un tema relevante que afecta la calidad de vida y la salud de sus habitantes. La contaminación acústica se refiere a la presencia de ruidos o vibraciones en el entorno que causan molestias, riesgos o daños a las personas, sus actividades o el medio ambiente.
Las consecuencias de la contaminación acústica ya se sufren actualmente en España. En nuestro país, la contaminación acústica provoca cada año más de mil muertes prematuras y 4.000 hospitalizaciones derivadas, además de los más de 2 millones de personas que sufren problemas relacionados con el descanso nocturno, según un informe sobre contaminación acústica ambiental de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
Entre los diferentes tipos de contaminación ambiental que existen, la contaminación acústica es uno de los factores que provoca más problemas de salud. Según afirma la OMS (Organización Mundial de la Salud), un ruido se vuelve perjudicial cuando sobrepasa los 75 decibelios. En la actualidad, en las ciudades es bastante habitual sufrir ruidos que alcanzan y superan ese límite.
La contaminación acústica es uno de los problemas medioambientales más importantes de la sociedad actual. En contra de lo que algunos podrían pensar, el ruido ambiental no solo supone una pérdida de confort en las personas afectadas, sino que constituye un grave problema de salud pública, que afecta a un gran número de personas.
La contaminación acústica constituye una fuente de estrés y de enfermedades relacionadas con la exposición continua al ruido, como la pérdida de audición, la hipertensión o el insomnio. Este riesgo ha llevado a que el confort acústico en cualquier tipo de espacio cerrado esté tomando cada vez más importancia.
Los estudios cifran en un 60% el porcentaje de los centros que sufren contaminación acústica en las aulas, producida, entre otros motivos, por la reverberación debida a los materiales de construcción y mobiliario.
Múltiples estudios señalan el ruido como la primera causa de descontento en la oficina, provocando incluso estrés y frustración en el ámbito laboral. Esto es debido, entre otras cosas a distracciones provocadas por el ruido. En un estudio de la Universidad de California del año 2015, se comprobó que un trabajador se ve interrumpido o con la necesidad de cambiar de tarea, cada 3 minutos y 5 segundos.
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