23 minutos y 15 segundos se tarda en volver a la máxima concentración tras escuchar un ruido que interrumpa la tarea en una oficina, según un estudio de la Universidad de California.
Múltiples estudios señalan el ruido como la primera causa de descontento en la oficina, provocando incluso estrés y frustración en el ámbito laboral. Esto es debido, entre otras cosas a distracciones provocadas por el ruido. En un estudio de la Universidad de California del año 2015, se comprobó que un trabajador se ve interrumpido o con la necesidad de cambiar de tarea, cada 3 minutos y 5 segundos.
Tanto oficinas tradicionales como aquellas diáfanas, una tendencia en alza, buscan fomentar la comunicación y colaboración entre su personal, algo que, durante los meses pasados, con el estado de alarma y el teletrabajo, había quedado relevado.
En el Ayuntamiento de Sundyberg (Suecia), se realizó un estudio para poder analizar el impacto del ruido en la salud, bienestar y productividad de los trabajadores. El estudio consistió en seleccionar dos plantas del edificio, y sin que los empleados se percatasen, se modificó el acondicionamiento acústico (durante el fin de semana, haciendo modificaciones imperceptibles a la vista en el techo). Durante las tres semanas que duró el estudio, se analizó el efecto a través de cuestionarios y pruebas cognitivas en los que el 30% reconoció tener menos molestias trabajando y casi el mismo porcentaje, un 29% redujo la percepción de molestia en las distancias cortas.
Cifras que convencen del beneficio de un buen acondicionamiento acústico
Según Ecophon , empresa especializada en soluciones de acondicionamiento acústico (techos, paneles de pared, islas acústicas…), conseguir mejorar la calidad y confort acústicos en las oficinas es uno de los principales retos para mejorar el bienestar y la productividad de sus trabajadores.
Diversos estudios de investigación han demostrado que, apostando por un diseño cada vez más funcional que permita a sus empleados un buen acondicionamiento acústico, es posible reducir los niveles de adrenalina (hasta un 30%), fomentar la resolución de tareas, aumentar hasta en un 66% la motivación y aumentar hasta un 20% el rendimiento aritmético y un 50% en el rendimiento de tareas que requieren concentración.
“Esto significa que habrá menos interrupciones indeseadas, lo que aumentará la productividad de los usuarios, y, por consiguiente, de manera indirecta, el beneficio económico de la organización”, explican.
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