Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | OPINIÓN

La Ley del 1 de marzo de 1940 sobre represión de la masonería y del comunismo

¿Por qué veo aún rasgos de la página 1357 del BOE número 62 en el discurso político de la España actual?
Carlos Ortiz de Zárate
lunes, 2 de marzo de 2015, 10:24 h (CET)

En el documento aludido, la jefatura del Estado, conocedora de los responsables de la decadencia de España: “las sociedades secretas de todo orden y la fuerzas internacionales de índole clandestino”, inicia una caza de brujas, para proteger “las saludables reacciones populares y el heroísmo de nuestras Armas” y devolvernos la gloria que nos pertenece.



Los enemigos denunciados culminaron “en la terrible campaña atea materialista, antimilitarista y anti española que se propuso hacer de España satélite y esclava de la criminal tiranía soviética”.



¿Por qué la Ley? Porque, “al levantarse en armas el pueblo español, contra aquella tiranía, no cejan la masonería y el comunismo en su esfuerzo”. Suena a rancio ¿verdad? Pues ahora encontramos un jefe de gobierno que afirma habernos salvado del abismo a que nos ha llevado constantemente, la oposición y nos previene contra el caos al que quieren llevarnos los populistas, al servicio de intereses de otros Estados. También estas reflexiones están acompañadas de Leyes que repriman a los “culpables”



Claro, que ahora estamos en la UE y el problema es el terrorismo islámico, ¿verdad usted? Se invoque a quien se invoque, se crean leyes severas para proteger el régimen, el orden. Se protege a los ciudadanos contra la herejía que les llevaría a la ruina. No me extrañaría nada que los Tribunales de la Santísima Inquisición sirvieran de inspiración.



Hay indefinición de los enemigos perseguidos, aunque ya no se nombra a masones y a comunistas, se aplican más máximas penas y se intenta arrebatar el control de la justicia, dandolo a la “administración”, al calificar algunos hechos perseguidos como faltas administrativas.



Yo o el caos antes y ahora, ambos términos funcionan como verdades absolutas; no han cambiado sino las imágenes, lógico en los nuevos tiempos; por lo demás, seguimos igual. No es que me extrañe, pero quería contarlo, porque hoy es el 1 de marzo y porque la otra parte, los vencidos, siguen condenados a no contar su verdad.

Noticias relacionadas

Si bien el conflicto entre Israel y Palestina obedece a cuestiones de corte político y étnico que no podemos soslayar, en el fondo ostenta una decidida etiología mítica y religiosa. Esto es coyuntural ya que, de no tenerlo en cuenta, dificultaría comprender el alcance de los acontecimientos actuales. En otras palabras, si sostenemos la fuerte influencia bíblica y coránica podemos afirmar con cierta seguridad que no es visible una solución de fondo como muchos esperan.

Y seguimos sin establecer una oficina ad hoc para su debido tratamiento coordinado ya que los tres grandes contenciosos están encardinados, tan estrechamente interconectados como en una madeja sin cuerda, donde al tirar del hilo de uno para desenlazarlo, surgen, automáticamente, inevitablemente, los otros dos.

En una de esas conversaciones que surgen en las sobremesas navideñas, me preguntaron por el sentido de la vida en clausura. Mi respuesta fue un tanto evasiva. No se entiende el pasarse la vida encerrado en un convento sin hacerlo desde la perspectiva de un mínimo de fe. A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de conocer con más detalle la vida de dos comunidades de monjas de clausura. Las Hermanas de la Caridad de San Fernando y las monjas Cistercienses del Atabal.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto