El año 1980, Leonardo empezó a cantar y grabar canciones, siendo una actividad de la cual disfrutaba mucho. No obstante, su meta no era simplemente divertirse, sino también triunfar, ya que la calidad era una característica de sus productos. Lamentablemente, Leonardo solamente consiguió vender su música a las personas de su barrio. 25 años más tarde, ya en el 2005, Leonardo aprovechó las facilidades de Internet para difundir toda la música que había producido durante tantos años.
Al principio lo hizo simplemente como entretenimiento y sin pensar en el lucro, pero después de miles y miles de descargas empezaron a llegar los primeros conciertos y contratos de publicidad. Así, Leonardo ha podido cumplir su sueño, que es ejercer en el campo de la música. Cabe destacar, que él reconoce que “la descarga gratis de mis obras me han permitido adquirir un gran prestigio y triunfar en este sector.”
La descarga de música gratis a través de Internet debe estar permitida fundamentalmente por cuatro razones: en primer lugar, por el principio de publicidad; en segundo lugar, porque es una inversión; en tercer lugar, para incentivar la reducción del abuso de los precios; y por último, para respetar la libertad.
Descargar música libre y gratis por Internet implica que se incrementen las opciones de internacionalizar los respectivos productos, ya que hay más posibilidades de que éstos tengan un recorrido global o mundial, y por lo tanto, no estén limitados al ámbito local. Por lo tanto, el principio de publicidad permite la difusión a gran escala de este tipo de bien.
No obstante, la pregunta es: ¿Qué utilidad económica tiene para las empresas de la industria musical el hecho de que sus productos sean muy conocidos si las personas no pagan un precio para conseguirlos? Pues la respuesta es realmente sencilla: esta gran expansión es el motor para que a medio o largo plazo se pueda alcanzar una rentabilidad económica. Eso mismo le sucedió a Leonardo, ya que en el año 2005 colgó sus productos en la red, y poco tiempo más tarde obtuvo una recompensa económica por ello. Por lo tanto, esta operación no supone derrochar el esfuerzo dedicado, sino que es una inversión.
Es cierto que la descarga gratis de música a través de Internet no es garantía de éxito, ya que si fuera así se incrementaría enormemente la actividad en este sector. En efecto, es necesario que el producto elaborado tenga otras características, como por ejemplo que sea de calidad, que seduzca a los consumidores, que marque una nueva tendencia, etc.
Por otro lado, es evidente que en la actualidad la industria musical no es la única vía para obtener las obras discográficas. De este modo, las compañías que venden estos productos no deberían establecer precios abusivos, ya que saben que si lo hacen desplazarán a muchos consumidores a escoger la opción de descarga gratuita. Por este motivo, las empresas mantendrán unos precios razonables, ofreciendo algún plus para diferenciarse, como por ejemplo optimizando la calidad del sonido. En definitiva, este tipo de operación incentiva la reducción del abuso de los precios.
Finalmente, es importante explicitar que Internet es la expresión máxima del libre mercado. Muy probablemente, una de les características más valoradas de esta red es la libertad de la que disponen los usuarios. Así, una persona que haya comprado en el mercado un álbum discográfico, y tenga la voluntad de colgarlo y permitir la descarga gratis en Internet, debería tener el derecho a hacerlo, ya que estará actuando libremente con un producto que es de su propiedad.
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