El Athletic Club ha ganado al RCD Espanyol (0-2) en el Power8 Stadium en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey y con el 1-1 de la ida en San Mamés ha conseguido el billete para la final, que disputará contra el FC Barcelona, y ha evitado así la 'Gran noche' del club blanquiazul y una final catalana que era posible hasta que los zarpazos de Aduriz y Etxeita la evitaron, pues el Espanyol no demostró tener poder de reacción.
Un gol de Aritz Aduriz en el minuto 13 de partido acabó con las esperanzas del RCD Espanyol, de jugadores y afición. Pese al reclamo que era de por sí este partido, no se llenó el feudo 'perico' pero sí hubo buen ambiente incluso tras el gol visitante, de bella factura pues Aduriz se hizo un hueco entre cuatro defensas y disparó cruzado al palo largo, imposible para Pau, el guardameta blanquiazul. Sin embargo, no hubo reacción.
Pese a invocar la canción 'Mi gran Noche' de Raphael, el RCD Espanyol no tuvo su noche y en un mal primer tiempo se vio 0-2 abajo, ya casi sin opciones y ni siquiera optando a una prórroga. Los dos zarpazos de los 'leones' Aduriz y Etxeita, este de cabeza a la salida de un córner, obligaban a los 'pericos' a marcar tres goles en la segunda parte para ir a una final donde esperaba ya el FC Barcelona. Quizá les pudo la presión, y tampoco la fortuna se alió con ellos.
No fue posible para el Espanyol, que con el 0-2 al descanso salió en la segunda parte con más pólvora, al entrar Caicedo en el '49, y lo siguió intentando. El ecuatoriano fue el más peligroso, pero su único disparo claro y limpio se fue al palo tras una buena intervención de Herrerín, quien se lesionó en otra acción posterior dando su rol de guardameta a Gorka Iraizoz, aplaudido por su antigua afición. Pero ni la entrada de Gorka, frío, dio opciones de remontar a los 'pericos'.
Si el Athletic marcó dos goles en dos únicos tiros a puerta, el Espanyol tuvo dos buenas ocasiones en las recientemente renovadas botas de Cristhian Stuani, pero el uruguayo vio como la más clara de las que tuvo se la sacó muy bien Iago Herrerín, casi a la media hora de juego y con 0-1 todavía, pues el guardameta se plantó bien en el cara a cara y rechazó su diparo. Poco más propuso el Espanyol, pero sí estuvo más ofensivo, que para nada acertado, que el Athletic.
En la segunda parte se volcó arriba el Espanyol, que jugó con Stuani y el recién entrado Caicedo arriba y Sergio García algo más retrasado para ejercer de creador a la par que rematador. Fue el ecuatoriano Caicedo quien tuvo la primera ocasión clara para iniciar la remontada express que buscaban los 'pericos', pero Herrerín y el palo lo evitaron. También Sergio usó su magia para irse de la zaga pero su centro no encontró rematador.
Poco a poco, pero sin pausa alguna, el Espanyol se fue volcando arriba. Con más corazón que cabeza con el paso de los minutos, los 'pericos' buscaban un primer gol que les diera esperanzas. Por su parte, un Athletic que ya creía haber hecho los deberes arriba, se centró en replegarse atrás y neutralizar la mucha pólvora local, esperando a matar del todo el partido en una contra. Eso ayudó a que el partido se convirtiera en un 'frontón' blanquiazul, pero fue un 'quiero y no puedo'.
Y es que no acababa de llegar el peligro y el Athletic estaba muy cómodo en esa situación y el poblado ataque espanyolista contribuía a crear un embudo, sin espacios para la creación. Dio entrada Sergio a Salva Sevilla para intentar crear juego, pues ya había artilleros de sobras, pero el Athletic, bien agrupado y junto en sus líneas, aguantaba bien atrás y con el paso de los minutos se iba creciendo. Incluso Williams tuvo el 0-3 en sus botas, pero disparó flojo sin ver la llegada de Muniain, solo, por detrás.
Ya el primer partido, el de la ida en San Mamés (1-1), fue similar a este. Dominó más el Espanyol que el Athletic, que salió vivo de su 'Catedral' por la mala fortuna del equipo catalán de cara a gol. Perdonó el Espanyol, sí, que mereció irse con un triunfo pese a la leve mejora del Athletic en el segundo tiempo. Esta noche no perdonó el Athletic y, con menos peso ofensivo pero un acierto impecable, se ganó el billete a su 37ª final de Copa, la octava que jugarán contra el FC Barcelona.
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