- El día que un Comisario europeo dé un titular, yo dejo la profesión.
La frase, de un periodista viejo, era una más en los prolegómenos del Desayuno Informativo del Foro de la Nueva Economía.
El orador era el lord inglés Jonathan Hill, Comisario Europeo de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales, que iba a ser presentado por el ministro de Economía y Competitividad Luis de Guindos.
Los de la prensa hablaban del cansancio debido al ritmo que había impuesto el ministro de Asuntos Exteriores en el viaje a Nepal; y de cómo García Margallo había perdido la ocasión para alcanzar la gloria informativa volviendo a España en vuelo regular y cediendo su avión a los ciudadanos españoles repatriados.
En las mesas se habían dispuesto unos audífonos con los que escuchar la traducción de lo que pudiera decirse en inglés. Y alguien se preguntó si el traductor, o traductora, mantendría el nombre del lord o lo traduciría al castizo componiendo un Juanito Gil con diminutivo simpático.
Pero no hubo tiempo para guasas. De Guindos, tras saludo en inglés, ya hablaba de: garantizar estabilidad y hacer la unión del mercado de capitales, de lo dicho en la última reunión del Ecofin en Riga, de la mejora de la financiación no bancaria, del ejemplo americano, y de la conformidad con un mercado único de capitales.
Después, le tocó al lord. Algunos le escuchamos en directo y en inglés, pero pronto recurrimos a una traducción que servía de paliativo. Traducido y escuchado en una voz modulada de mujer, las enjundias de lo que decía el Comisario se diluían en unas apacibles sinsustancias que no producían sueño ni alteraban en exceso:
Visita para presente y futuro. ¿Qué efecto tendrá el mercado único en la Economía española? “Sé la crisis económica del país y el efecto que ha tenido”. “Ustedes han aguantado”. Europa está saliendo pero España nos ha enseñado el camino. El desempleo está decayendo y España salió de la crisis bancaria hace año y medio. Se necesita más crecimiento y crear puestos de trabajo para disminuir los veinticuatro millones de parados europeos. Queremos hacer menos cosas pero mejor. Los proyectos de Sanidad españoles ya han recibido fondos europeos. Mercado único en informática, trabajo y finanzas. Conseguida la Unión Bancaria, un paso atrás para ver si se ha acertado en el equilibrio entre estabilidad y crecimiento. Hace cinco años amenazaba la crisis financiera, hoy amenaza el paro. El Plan de Inversiones debe ayudar, pero también medidas a largo plazo. El Propósito de la Unión del Mercado de Capitales es proporcionar recursos.
“¿Qué estamos haciendo?” - se preguntó. Tras la pregunta, retórica, abogó por un mercado único que mejore el flujo de capitales. Dijo tener un plazo de tres meses para consultas (“en eso estamos”). Después, un programa “que publicaremos”, a largo plazo pero urgente.
Y la exposición de intenciones: Mejorar acceso a la financiación. Información sobre créditos con bancos que informarán a PYMES. Crear un “marco de titularizaciones”. Mejorar el ecosistema capital-riesgo. Reto demográfico que aconseja ahorrar para la vejez.
Y un Proyecto de la U.M.C, no explicado, que afecta a los 28 estados miembros, beneficiará a empresas y ayudará a bancos y ahorradores. También a los inversores, a los estados y al sistema financiero general para satisfacción de todos.
Y terminó. El conjunto de beatíficas pretensiones se quedó en una simple recopilación de frases.
Acabado el discurso, leído, el ministro de Guindos, tras saludo rápido, abandonó el salón, disculpado por necesidades de agenda.
Algunos de los presentes, insatisfechos, trataron de conseguir informaciones con preguntas. Pero el Comisario, que habló y hasta contestó, sólo dijo palabras:
A la pregunta de un miembro del Gabinete económico del Presidente del Gobierno, sobre los Planes para ayuda a las PYMES con fuentes de financiación alternativas a los bancos, contestó que “la idea es crear una serie de opciones”
Sobre la imposición de una “tasa financiera” respondió que “si se hace, que sea global”
Preguntado sobre el posible corte de financiación a Grecia, su salida del euro o un arreglo cosmético, rizó el rizo (no textual): “Bueno, estoy contestando en España donde han hecho sacrificios y entiendo la opinión de que hay que cumplir. Las opciones no son excluyentes. El Gobierno Griego quiere seguir en Europa, pero debe cumplir. Quiero que los griegos cumplan”
Algunas imprecisiones más sobre: La entrada de otros países en la UE, “que queremos” y sobre la que se “necesitan normas”. Inversiones en renta variable. La posibilidad del futuro de la Banca Digital.
Y mutismo sobre: Los procesos de concentración de bancos (no “tiene opinión”, aunque sabe que hay “grandes bancos” y “bancos pequeños”). Los préstamos hechos a las Cajas de Ahorro en España.
Al final, dos conatos de amago de intento de respuesta:
Sobre el despegue de la economía española, contestó que “ha despegado”, que está creciendo más deprisa que en el resto de la UE, y que las cifras hablan por sí solas.
Sobre la Posibilidad de que De Guindos sea nombrado presidente del Eurogrupo, optó por remitir la decisión al Eurogrupo, y, tímido, apuntó “Tengo claro que De Guindos es sólido y que podría hacer el trabajo muy bien”
Mientras el representante de KPMG, que patrocinaba el acto, afinaba respuestas y fijaba concreciones al final, un asistente daba a los periodistas la frase que olía a titular:
“Faena de aliño. En Madrid y a tres días de la feria de San Isidro”.
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