Su madre es profesora de piano y su padre es ingeniero. Él se decantó por ser profesional del tenis. A los cinco años empuñó su primera raqueta, a los 14 años se marchó a Estados Unidos para entrenar en la Academia IMG Bollettieri en Florida y sin hablar una palabra de inglés. Y desde entonces no ha parado de crecer: conquistó el título de dobles de Roland Garros junior en 2006; fue nombrado jugador ATP Revelación del Año en 2008; fue subcampeón del US Open en 2014; y actualmente figura como número 5 del mundo. A sus 25 años está considerado como uno de los sucesores del trío formado por Djokovic, Nadal y Federer. Su nombre es Kei Nishikori (Shimane, Japón; 1989).
Kei Nishikori está llamado a ser el líder de una nueva generación de campeones.
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Después de renovar su corona de campeón en el Conde de Godó (Barcelona), Kei Nishikori se presenta en el Mutua Madrid Open -debutó con triunfo trabajado sobre el belga David Goffin, por 2-6; 6-4; 4-6- con el objetivo de mejorar su clasificación de 2014, donde sólo claudicó, por problemas físicos en su espalda, ante Rafa Nadal en la final de la Caja Mágica. El japonés encabeza el grupo de tenistas con opciones de hacerse con el torneo y desbancar a Nadal y Federer, máxime cuando el serbio Djokovic renunció al Mutua Madrid Open. "Gané en Barcelona así que me siento confiado", confesó Nishikori, quien también ha ganado en Memphis esta temporada. "Tuve la oportunidad de jugar bien aquí (por Madrid) el año pasado, pero fue muy duro tener que retirarme de la final, especialmente porque estaba ganando. Espero poder llegar de nuevo a la final este año y hacerlo bien”.
Más fuerte física y mentalmente
Nishikori, querido por el público de Madrid, se siente cómodo ante los torneos de tierra batida a pesar de no criarse en esta superficie como sucede con los tenistas españoles: “Me encantaba la arcilla cuando jugaba en junior. Pero yo soy japonés y allí no hay ninguna pista de tierra batida, así que no estoy acostumbrado realmente a ella. Pero para mí, mi tenis, creo arcilla es muy conveniente para mí. Tengo buen juego de piernas y puedo obtener una gran cantidad de pelotas, y puedo ser agresivo también. Aún me siento más cómodo en pista dura, pero he estado jugando muy bien este año y el año pasado en tierra batida. Ya no soy inseguro mientras juego en tierra batida y sé mantener la calma", reflexionó ante los medios –entre los que se encontraba Diario Siglo XXI- en la previa a su estreno en el Mutua Madrid Open.
“Ahora soy más fuerte tanto física como mentalmente este año", indicó Nishikori. No sólo es una reflexión, sino un aviso a navegantes. Ambos aspectos eran los puntos débiles de un tenista japonés constante en su aprendizaje, en sus tiempos de entrenamiento, en su infinita paciencia, en su plena confianza en sus posibilidades, en la precisión y dureza de sus golpes, en su rapidez de piernas y en no rendirse nunca. La cultura japonesa. Pero este crecimiento como tenista y como persona no sólo se debe a esto.
Michael Chang, como maestro
El secreto de Nishikori reside también en las enseñanzas de Dante Bottini, su entrenador argentino desde 2008. A ellos se suma su reciente colaboración con el ex jugador Michael Chang (campeón de Roland Garros), el cual ha ayudado a posicionarse sobre la arcilla. “Sí, seguro. Él tiene mucha experiencia en la arcilla, y trabajamos en un terreno de cosas, sobre todo en tierra batida, juego de piernas y una gran cantidad de la alimentación también, y me está ayudando mucho en tierra batida. Hemos estado trabajando juntos cinco años, creo. Es muy tolerante, pero también, en la cancha, él es muy apasionado, trabaja duro, y él es un entrenador muy duro, así que me encanta trabajar con él. Él me da buenos consejos”, aseguró Nishikori de Bottini y Chang.
Objetivo: un Grand Slam
Con la mente puesta en Madrid, Nishikori no oculta sus deseos de alzarse con un Grand Slam. “Espero que sí. No voy a decir que sea este año, pero espero ganar un gran torneo en un par de años. Siento que puedo hacerlo”. De hacerlo, Nishikori entraría en la historia, pues ningún tenista nipón habría llegado tan lejos. No sólo eso. Nishikori crearía más escuela en Japón. “Por supuesto que necesitamos más medios porque no somos un país con mucha tradición tenística. Poco a poco espero que muchos niños empiezan a jugar al tenis, y también espero que el tenis se haga más grande en Japón”. Mientras, Nishikori continúa su periplo por el Mutua Madrid Open con vistas a convertirse en el emperador del tenis.
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