La crisis de la zona euro de 2007 fue un punto de quiebre en la economía que afectó al sistema bancario y a la economía de la zona euro. A día de hoy, todavía se siguen viviendo los estragos de ese año, que se han visto agravados por la crisis sanitaria del 2020. En este contexto de incertidumbre e inestabilidad, prestamos rapidos han sido una alternativa para los ciudadanos.
Poniéndonos en antecedentes en la pasada crisis Desde el 2007 varios de los países europeos han tenido problemas para financiar su deuda pública, lo que los ha impulsado un miedo constante entre la población y, en especial, los inversores de estos países. España es de los que se incluye en este grupo, a pesar del crecimiento de su economía.
Una de las consecuencias inmediatas fue el rescate bancario mediante la devolución de fondos al Estado, lo que implicó un fuerte impacto negativo en las entidades bancarias (muchas quebraron y cerraron). Así, las vías de acceso a financiación disminuyeron en poco tiempo, a la vez que los bancos restantes endurecieron sus requisitos y aumentaron su tasa de rechazo.
La alternativa en esta época fueron los préstamos online, los que ganaron relevancia en muy poco tiempo. Fueron la mejor y única opción para la mayor parte de la población que no podía cumplir con los requisitos mínimos demasiado altos de los bancos, o que eran rechazados a pesar de cumplir con el perfil ideal. Esta situación se mantuvo durante más de una década, hasta la llegada del COVID-19. La pandemia agravó la crisis de los bancos y las medidas que ya tomaban para evitar verse afectados por el impago de sus clientes. Los despidos masivos y la parálisis de la economía mundial fueron razón suficiente para recrear la situación del 2007.
El acceso a la financiación se volvió aún más escaso a pesar de ser urgente: la escasez de trabajo sin la perspectiva de mejora en el corto plazo hicieron que los fondos de ahorro sean insuficientes después de un par de meses. incluso con las medidas de protección que ha tomado el Estado. En otras palabras, las probabilidades de impago aumentaron significativamente en poco tiempo para los bancos.
En cambio, los prestamos rapidos cada vez más comunes en España. Si bien la situación actual no es la causa de este auge, sí es el impulsor de una tendencia que ya venía creciendo a un ritmo muy acelerado. A día de hoy, se posicionan como una de las formas más comunes de obtener financiación en el país.
¿Qué ofrecen los préstamos rápidos online? La digitalización ha sido el otro pilar del crecimiento de esta fuente de financiación. La comodidad y facilidad de solicitar préstamos desde casa ha sido un factor atrayente para los ciudadanos, en contraposición con lo complicado que es hacer el mismo proceso en la oficina de cualquier banco.
Los préstamos por Internet se entregan en cuestión de minutos después de haber hecho la solicitud, por lo que son la mejor opción en el caso de tener una emergencia. Además, ser cliente de una de estas entidades financieras implica el acceso a préstamos más ventajosos y con menos intereses, aparte de poder acceder a préstamos mayores.
Los bajos requisitos hacen que sean accesibles: amas de casa, desempleados, autónomos sin ingresos fijos y jóvenes sin un gran historial crediticio son candidatos válidos para esta clase de préstamos. Si el crédito no es demasiado alto, lo único que se necesita es ser mayor de edad con el DNI y una cuenta bancaria a tu nombre.
De hecho, existen opciones de créditos online para las personas que aparecen en listas de morosos y su deuda es bastante pequeña. Los motivos para aparecer en estas listas pueden ser tan pequeños como tener un retraso en el pago de una tarjeta o una multa, lo que haría que sea casi imposible acceder a créditos sin antes haber pagado y solicitado salir de ella. Sin embargo, esto no es problema si se piden los préstamos online.
El manejo de los préstamos por Internet A pesar de ser tan fáciles de solicitar, siguen siendo un producto financiero que necesita de suficiente información para ser manejados de forma responsable. Implican un riesgo porque se tiene que devolver la cantidad de dinero solicitada junto con los intereses y comisiones dentro del plazo establecido entre ambas partes.
Los préstamos son dinero rápido, pero con un coste. Saber sobre los intereses exactos a pagar, las fechas de pago de las cuotas y la cancelación de un préstamo rápido pueden significar un manejo responsable del dinero y evitar caer en una situación de impago de forma innecesaria.
Si bien los préstamos son muy flexibles en cuanto a su aprobación, queda de parte de cada solicitante mantener su economía personal lo suficientemente saludable para hacer frente a su deuda. Aún así, los impagos no son tan frecuentes en España en estos momentos, y la paulatina estabilización de la economía nacional podría ser una de las causas.
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