Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Vigorexia | Salud

Vigorexia

El culto al cuerpo es la consecuencia de la insatisfacción que se tiene de uno mismo
Octavi Pereña
miércoles, 19 de agosto de 2015, 08:24 h (CET)
“La preocupación excesiva por tener un cuerpo perfecto, esta dictadura de la imagen, también es cosa de hombres. O sea, un problema que ya no se escribe sólo en femenino” (Cristina Sen). Según datos de la Fundación Imagen y Autoestima, existe un 65% de adolescentes españoles que se declaran insatisfechos con su cuerpo. La causa de esta numerosa insatisfacción corporal en parte se debe a que el cuerpo masculino se ha visto progresivamente expuesto a la opinión pública porque el descomunal mercado de la belleza ha creado un ideal masculino en forma de V que es anormal pero que se presenta como el modelo de belleza ideal. La culpa de que se haya distorsionado el concepto de belleza masculina se debe a que las imágenes de estos cuerpos ideales son el producto de la manipulación fotográfica por medio de Photoshop que los retoca y pule. El bombardeo constante de esta belleza artificial despierta la insatisfacción en aquellos que se miran en este espejo y relacionan la imagen artificial con la masculinidad. La autoestima y el estado de ánimo salen malparados de la comparación, lo cual explica la dependencia de los insatisfechos al ejercicio físico, de las muchas horas de gimnasio, del consumo de productos proteicos y anabolizantes.

La anorexia está más extendida en el ámbito femenino. En el masculino lo que prevalece es la vigorexia que es la visión distorsionada del propio cuerpo al considerarlo débil y que se debe vigorizar al precio que sea. El ideal estético del hombre musculado ha sido una constante a lo largo d los siglos. Las obras escultóricas de la Grecia clásica son un ejemplo de ello. Ahora, pero, la adolescencia está siendo constantemente bombardeada por las imágenes de de unos cuerpos perfectos elaborados por Photoshop, cosa que permite que se multipliquen las insatisfacciones.

De la anorexia se ha hablado extensamente. La vigorexia de momento sigue siendo una palabra poco conocida pero que le espera un futuro glorioso. La vigorexia consiste en un trastorno de la conducta alimenticia que es consecuencia de poseer una imagen de belleza corporal irreal. Normalmente afecta a varones que gracias a la publicidad se ven excesivamente delgados y con insuficiencia masa muscular. En consecuencia se dan al ejercicio físico de manera continuada y excesiva. Rechazan los alimentos grasos e incorporan en la dieta gran cantidad de proteínas e hidratos de carbono. A menudo la vigorexia está asociada al abuso e complejos vitamínicos y anabolizantes derivados de la tetasterona, substancias con efectos secundarios graves.

La vigorexia es un trastorno que es el resultado de un ideal de belleza en el que una persona piensa constantemente porque se reocupa por su cuerpo excesivamente ya que lo considera débil lo cual le provoca un trastorno compulsivo. Las personas que lo sufren se obsesionan con las supuestas imperfecciones que distorsionan la percepción que tienen de sí mismos.

Uno de los síntomas relevantes de la vigorexia es un programa duro de entrenamiento centrado en el levantamiento de pesos con el propósito de desarrollar la musculatura con la ayuda de anabolizantes. Se dan algunos factores que contribuyen a la presencia e la vigorexia: La intimidación y las burlas durante el período escolar. No bebe olvidarse el ensañamiento y el asedio de los niños con lo que es diferente o desagrada. Como quiera que el trastorno empieza a detectarse en la infancia y adolescencia los expertos consideran que se debe empezar a trabajar con chicos en esta etapa de la vida en que la personalidad se encuentra en proceso de formación. No habiendo alcanzado madurez suficiente está abierta a la influencia externa. La infancia/adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por la inseguridad y por buscar la aceptación del grupo en el que se encuentra el modelo a imitar.

La vigorexia con todos los trastornos compulsivos son el resultado de una psicología débil debido a la carencia de una autentica espiritualidad. Los expertos consideran que la prevención de la vigorexia se debe empezar a ejercer cuanto antes mejor. Los mejores consejeros de los niños deben serlo los padres, si esos son conscientes de la delicada misión de educr a sus hijos. Algunos padres desearían que existiesen escuelas de formación de padres que les enseñasen a comportarse como padres responsables. Ese modelo de escuela no existe. Si alguna institución pretendiese llenar el vacío existente no podría cumplir el objetivo porque su enseñanza sería académica que no llegaría a llenar el vacío existente.

La paternidad responsable que sabe inculcar en los hijos la fortaleza de carácter que no se deja influir por las presiones externas que quieren conformarlos a la imagen de moda cambiante se forja en la Biblia que hace resaltar los defectos de los padres y pone ante sus ojos el modelo de hombre perfecto que es Jesús. Estos padres con sus muchas debilidades y contradicciones saben que no son el modelo perfecto para sus hijos pero teniendo ante ellos el modelo que representa Jesús les enseñan a depositar la fe en Él en donde encuentran la fortaleza que necesitan para no dejarse guiar por los vaivenes de la moda.

Noticias relacionadas

La ilusión, la emoción y la sorpresa siguen en un rincón de nuestra memoria dispuestas a desatarse si sabemos encontrar en el recuerdo de nuestra vida la autenticidad de aquel preciso momento. Ahí queda a la vista nuestro asombro ante la aparición del prodigio, y su magia es la única realidad que nos rodea.

Tenemos unos políticos y escritores aparentemente realistas que viven en el mejor de los mundos, a no ser que sepan algo que nosotros ignoramos. No es que no tengan sueños, el problema es que no tienen pesadillas (que podrían materializarse). En esa página lapa pegada a nuestro ordenador, mezcladas con la información más banal, aparecen noticias tremebundas que mueven a dudar bien de su credibilidad, bien de su cordura, dado el resto de la información.

En la antigüedad, a quienes querían confirmar la veracidad de sus actos, se les sometía a la prueba de poner las manos en el fuego. Actualmente esta frase se suele utilizar para manifestar una plena confianza en alguien y dar testimonio de su honradez.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto