En un día informativamente complicado en Marbella el tenor italiano Andrea Bocelli ha demostrado que es un todoterreno de la música y con capacidad para llenar cualquier escenario. Puso el cartel de "No hay entradas"( el séptimo del Starlite Festival Marbella que se cerró anoche) y emocionó constantemente al público mayoritariamente extranjero que allí se congregó. La organización lo pasó complicado para poder acomodar a tanto público que quería disfrutar de algo histórico. No en vano Bocelli hacía cinco años que no actuaba en España y, encima, en Marbella cumplía veinte años sobre los escenarios.
“Si Dios pudiera cantar, lo haría como Andrea Bocelli”, dijo Celine Dion en una ocasión. Y anoche se comprobó en persona para los que tuvimos la suerte de estar en persona en un concierto que pasará a la historia. La ocasión era única y el público ha disfrutado, se ha emocionado y hasta ha cantado algunos estribillos con el maestro toscano, que ha demostrado su elegancia y calidez dedicando numerosas reverencias y saludos al público y sonriendo cada vez que escuchaba un coro o aplausos. Arropado por la Orquesta Sinfónica del Vallés, conducida por Marcello Rota (con quien el maestro compartió por primera vez escenario tal día como hoy hace 20 años), y tanto en solitario como acompañado en el escenario de la soprano Paola Sanguinetti o de la pop guest Ilaria della Bidia, con quienes ha interpretado temas en italiano y español, tanto de ópera como pop.
La noche se dividió en dos actos. El primero totalmente en italiano con temas como Donna non vidi mai, de Manon Lescaut, con la que ha abierto su actuación ante la ovación de los presentes, para seguir con La Donna è mobile, de Rigoletto, O mio bambino caro, de Gianni Schicchi, Come un bel di di Maggio, de Andrea Chenier, Mattinata, desde Sentimento, O Soave fanciulla, de La Boheme o Brindisi de la Traviata, que ha cerrado un primer acto dedicado a la ópera. Sensacional el Brindis. El segundo tuvo al idioma castellano como protagonista especialmente en tres temas( Amapola, En Aranjuez con tu amor y Granada) que pusieron los pelos de punta a los asistentes. Una, Mamma, muy emotiva, sin olvidar el Funiculí Funiculá, Paserella, en 8 e mezzo. Y la mítica Nelle tue mani, de la película Gladiator, que ha puesto los pelos de punta a toda la cantera, para continuar con un apoteósico e intenso Canto della Terra. Llegado este momento de la noche, el maestro iniciaba su retirada, pero el público absolutamente entregado le ha dedicado una interminable ovación en pie entre gritos de “¡Bravo!”, “¡Bravo maestro!”, y reclamado bises. Ante la aclamación popular, Bocelli ha hecho gala de una gran generosidad y ha dedicado no uno, sino cuatro temas extras, que el público ha recibido entusiasmado: Quizás, Con Te Partiró y Bésame, para terminar con el aria Nessun Dorma, que ha terminado de enloquecer a un auditorio que sabía como había vivido algo único y que difícilmente se repetirá. Un gran acierto de Sandra García-Sanjuán al traer al genial cantante italiano.
|