La Falla Pediatra Jorge Comín- Serra Calderona, popularmente conocida como Nou Campanar, ha tomado la decisión de cesar todo tipo de actividad fallera para este ejercicio 2015-2016, este hecho también implica que el próximo mes de marzo no plantará monumento fallero.
Antonio Platero, presidente de Nou Campanar, ha dado a conocer la noticia después de que este fin de semana, en una asamblea general, los pocos falleros que siguen en la comisión tomarán la decisión de que la comisión no exista como tal este año.
“Vamos a dejar la comisión en ‘stand-by” durante este año y al que viene, ya veremos lo que pasa”, explicó Platero. El presidente ha explicado que aprovecharán las prerrogativas que da el reglamento fallero para estudiar el futuro de la comisión.
Con esta decisión se paraliza, de momento, la brillante historia desarrollada por una comisión fallera en la historia de la fiesta. Nou Campanar se convirtió en una falla en una popular falla del ‘cap i casal’ prácticamente desde su nacimiento. Durante sus trece años de vida ha conseguido hasta siete victorias en la sección especial mayor y otras tantas en infantil. En las Fallas del año 2008, esta comisión plantó el monumento más caro de la historia de Las Fallas presupuestado en 900.000 euros.
La salida de Juan Armiñana de Nou Campanar ha hecho inviable la continuidad de la brillante carrera fallera, y es que, el empresario valenciano junto a una serie de inversores privados suponían el principal sustento económico de la comisión.
El pasado ejercicio, la comisión fallera pudo sostenerse gracias al esfuerzo de un grupo humano, ahora ya más reducido. Nou Campanar presentó los censos para este ejercicio, pero la inviabilidad económica le ha llevado a no contratar artista. Y mientras no haya falla que plantar, la Junta Central Fallero no podrá autorizar la celebración de eventos en la calle.
El futuro de la popular comisión es incierto. Podrían continuar como asociación cultural, pero sin realizar actividad alguna en la calle. Otra posibilidad, con algo más de esperanza, sería que el hecho de renunciar a su actividad despertara una reacción entre personas que quieran incorporarse, hecho que alguna vez ha sucedido con fallas históricas. Por el momento, JCF mantendrá reconocidos su nombre y demarcación pero, más pronto que tarde, deberán decidir si la reorganización o la disolución definitiva.
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