Hoy en día la fotografía se afirma como un modo de expresión, de comunicación y de información. Aparece en todas partes, en diarios, en revistas, en publicidades, en app’s. También es una forma de registrar los recuerdos emotivos de acontecimientos íntimos, ilustrando la propia historia a través del álbum familiar y una forma de evocar emociones.
La fotografía se ha vuelto plural, es un testimonio periodístico o artístico y es también una práctica social muy popular que se ha ganado un lugar en los museos y es considerada un “arte” pese a la larga polémica al respecto que data desde su nacimiento mismo.
En la actualidad, no puede ser considerada una reproducción de la naturaleza, un espejo de lo real, por el contrario, la fotografía es un lenguaje estructurado en sus formas y significados, enriquecida por su propia historia. La noción de autor se impone, a través de un discurso estético, y en los mensajes que hay que decodificar para interpretarla.
Eso es la obra de Maximiliano Curcio “El asombro se parece a una fotografía”, un libro en el que la que muestra su gran trabajo fotográfico. Un trabajo que recorre esas hermosas tierras argentinas con imágenes que entran por la retina y que hablan de emoción. Consigue transformar las imágenes en palabras no escritas, pero si sentidas, emociones que brotan en el silencio de la palabra no escrita.
Un libro que augura tener una gran notoriedad, convirtiéndose en un verdadero manifiesto de cultura en el «siglo de la imagen» empieza a imponerse una literatura visual que enlaza divulgación y sofisticación, y que replica tanto a los corsés teóricos de la época como a las narraciones historicistas.
Una edición que sin ser estrictamente rigurosos, será decisiva en la formación de una manera de mirar el mundo durante el siglo XXI. Libros que se alejan de los cenáculos académicos o especializados y que surgieron de poéticas personales, a veces desde enfoques inoportunos, pero que alcanzan su meta que hablar de la emoción y el sentimiento.
Es un libro más que recomendable y que no puede faltar en la biblioteca de cualquier persona que ame la literatura, el arte y la excelencia de una obra bien trabajada.
Sucesos existen, ilustres damitas gatas, un día se dejaron de ver porque algo les pasara. El terrible envenenamiento del insensato humano, es un pobre diablo.
Escribo estas líneas a un mes de que se lleve a cabo la presentación de la VI Antología internacional de poesía Sabersinfin, la cual comenzará a circular en el marco de la inauguración del VII Encuentro Internacional de Poesía Sabersinfin. Como una forma de empezar a preparar el terreno de este emprendimiento literario de Puebla, México para Latinoamérica, que concentró la inspiración de ochenta y nueve amantes de la poesía, les anticipo el prólogo.
Por Rosa Mas, bióloga vegana y activista por la liberación animal, colabora en diversas asociaciones antiespecistas, así como en proyectos de restauración ecológica en espacios urbanos y periurbanos. Ha sido coordinadora junto a Jaym* del Val de las 1ª Jornadas VeganArarQueer celebradas en Mislata (Valencia) durante los días 5 y 6 de abril del presente año.