El segundo año de pandemia ha empeorado de manera generalizada las tasas de supervivencia empresarial. Esta es una de las conclusiones del último estudio realizado por Iberinform sobre longevidad empresarial, que estudia cada año la mortalidad de los proyectos empresariales. El deterioro se percibe especialmente entre las empresas con una antigüedad de entre cuatro y ocho años que han tenido que atravesar las abruptas caídas de facturación generadas por la pandemia.
El deterioro máximo se alcanza entre las empresas de cuatro años, donde el retroceso de las tasas de supervivencia es de cinco puntos. Esta caída es de cuatro puntos en las empresas de cinco y seis años y de tres entre las de siete y ocho. El momento crítico de todo proyecto empresarial sobreviene a partir del tercer año ya que la inyección inicial de capital permite a la inmensa mayoría cumplir sin problemas los primeros 24 meses de vida. Sin embargo, a partir de ese punto, aquellas empresas que no son capaces de generar números negros afrontan un futuro inciert
"En 2020 ya registramos un fuerte deterioro en los primeros peldaños de esa horquilla de consolidación, crítica para la supervivencia, que va del tercer al octavo año. 2021, un ejercicio marcado por el deterioro objetivo de la solvencia del tejido empresarial y niveles de facturación inferiores a 2019, ahonda en este empeoramiento de nuestras tasas de supervivencia, pero esta vez de forma mucho más clara y generalizada. No hay excepciones, salvo entre las empresas de un año, que se mantienen estables, como cabría esperar. Entre las empresas de 15, 20 o 25 años la caída es de dos puntos, un indicativo del cierre de proyectos que eran rentables antes de la pandemia. Es un contexto complejo en el que debemos estar muy atentos a la situación de nuestros clientes para evitar un efecto contagio de la insolvencia, a través de los impagos", explica el director general de Iberinform, Ignacio Jiménez. Para elaborar este estudio, Iberinform ha analizado los más de 3,1 millones de constituciones de empresas que han tenido lugar en España desde 1990. Oficialmente, 420.000 han sido dadas de baja en el registro mercantil, pero es un dato equívoco. De acuerdo con los registros de Iberinform, 1,5 millones de empresas adicionales no tienen ningún tipo de actividad, a pesar de estar constituidas legalmente.
De acuerdo con el estudio, uno de cada tres proyectos empresariales en España quiebra antes del quinto año de vida. Uno de cada dos no llegará a cumplir el octavo, donde la tasa de supervivencia cruza el ecuador y queda recortada al 48%. Los años siguientes presentan todavía tasas de mortalidad superiores a los tres puntos porcentuales. A los 12 años, la tasa de supervivencia se limita ya al 35%. Es un punto de giro en la madurez de las empresas españolas. A partir de ese momento, las posibilidades de supervivencia aumentan sensiblemente.
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