Los riesgos de estanflación van en aumento. El BCE acaba de recortar sus perspectivas de crecimiento económico para este año, hasta el 3,7%, y ha elevado su previsión de inflación, hasta el 5,1%. Este será un entorno difícil para algunos valores, pero no para la mayoría. El aumento de la inflación, y la consiguiente subida de los tipos de interés, reduce las valoraciones que los inversores están dispuestos a pagar por las acciones. Esto ha afectado más a los segmentos tecnológicos más caros del mercado este año. Por otra parte, el menor crecimiento económico y el aumento de los costes de los productos pueden mermar los márgenes de beneficio. Esto ha hecho que los sectores de consumo discrecional, como el de la automoción, el textil y el comercio minorista, sean algunos de los que peores resultados han obtenido este año.
Sin embargo, la mayoría se encuentra en una buena posición para capear esta tormenta de estanflación. Las perspectivas de crecimiento económico siguen siendo casi el doble de fuertes que la media a largo plazo. El impulso de los beneficios es fuerte, ya que los valores del Stoxx600 aumentaron sus ganancias en un 60% el pasado trimestre (T4). Sin embargo, las expectativas de beneficios de los inversores para este año ya son bajas, con sólo un +6%. Los márgenes de beneficio están cerca de niveles récord y han resistido hasta ahora el aumento de los costes de producción.
Muchas empresas tienen marcas o posiciones de mercado fuertes y, por tanto, el poder de fijación de precios para repercutir estos costes. Esto es especialmente cierto en los sectores de la sanidad, los servicios públicos y el consumo, como la alimentación y las bebidas y el lujo. Mientras que los valores energéticos y de materiales se benefician directamente de la subida de los precios de las materias primas, que es lo que provoca gran parte de estos temores de estanflación. -------------------------------
Comentario de Ben Laidler, estratega de mercados globales de la plataforma de inversión en multiactivos eToro
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