DAZN, la plataforma global líder de streaming de deporte, ofrece a todos los aficionados al baloncesto una nueva entrega de ‘La Caja de DAZN’, que en esta ocasión tiene como protagonista a Edy Tavares, jugador del Real Madrid. Aunque actualmente es uno de los pívots más dominantes de Europa, sus comienzos no fueron nada sencillos, tal y como le cuenta a Piti Hurtado: “El chico de Alemania que me dio la oportunidad me trajo unas ‘cholas’ (chanclas) y no me cabían, tenía la mitad del pie fuera. Pero la única oportunidad que tenía de jugar ahí era poniéndolas. Y luego me puse unos calcetines de fútbol que no me cabían, porque había unas medias, y cuando subí todo el calcetín, tenía las medias como que no dejaban bajar y tuvimos que cortar para que subiera todo”.
Su gran oportunidad llegó cuando representantes del Gran Canaria acudieron a verle a Cabo Verde, su país natal: “Estuve una semana con ellos en Cabo Verde. Alejo (Melero), que trabaja en el Gran Canaria, tenía un hermano allí. Decidieron ir a Cabo Verde, que justo en esa época ya habían hablado con ellos, y dijeron ‘vamos de vacaciones y vemos a este chico’. Y ahí empezó, fui a Las Palmas 3 meses, y después ya para siempre”.
Tras despuntar en el conjunto canario, la NBA llamó a su puerta, aunque su paso por la liga norteamericana no fue del todo exitoso. Hasta que en el camino de Tavares se cruzó el Real Madrid: “Cuando sabían que me iban a cortar el contrato en Cleveland, había muchos clubes de Europa que querían que viniera, pero no estaba pensando en venir. Y luego, cuando apareció el Real Madrid, me lo tuve que pensar, porque antes de irme a la NBA, estaba esperando si el Madrid me hacía una oferta para estar un año más en Europa y luego irme para allá (NBA). Luego, cuando apareció esa oportunidad, fue increíble. La decisión estuvo bien tomada, estoy muy feliz aquí y espero estar mucho tiempo”.
Su campaña de debut en el club blanco no pudo ser mejor, ya que el conjunto blanco ganó la Turkish Airlines EuroLeague, algo que Tavares recuerda con mucha emoción en ‘La Caja de DAZN’: “Esta copa no me esperaba que la iba a conseguir el primer año porque siempre me ha pasado que consigo las cosas a la tercera o a la cuarta, no iba a pensar yo que podía conseguir esta copa a la primera. Para mí, ganar la Euroliga, fue el mejor momento deportivo de mi vida, porque me acuerdo gritar hasta que no tenía más voz para gritar”.
La figura de Lebron James
Su paso por la NBA le permitió conocer a uno de los mejores jugadores de la historia, Lebron James, con quien coincidió en las filas de Cleveland Cavaliers: “Lo que más me impresionó fue Lebron James, de la manera que trabaja. Lo ha ganado todo, pero es el primero que llega y el último que se va siempre. Además, es muy cercano, es un tío muy carismático y muy gracioso. Pero cuando se lanza la pelota al aire, es otro tipo de persona diferente. Fue increíble verle de cerca y ver cómo una persona que prácticamente tiene todo, sigue trabajando como si no tuviera nada”.
El amor por su país
Tavares está instalado actualmente en la élite del baloncesto europeo, pero no duda en ponerse la camiseta de su selección cuando le llaman para jugar: “Cuando estaba en la NBA, siempre pensaba que me tenía que quedar todos los veranos para poder progresar. Quería demostrar que quería jugar, que quería mejorar y que quería hacer las cosas bien. Por eso, rechacé la selección muchos años. Tuve la oportunidad de ir el año pasado y fue increíble. Llegamos muy lejos, llegamos hasta los cuartos de final y tuvimos la posibilidad de llegar más lejos, pero no pudimos. Pero solo de ir allí, vestir esta camiseta y ver que todo el país está detrás nuestro y apoyándonos, fue gratificante. Con mi país no bromeo, yo amo a mi país. No sé explicar el amor que tengo por mi país. Ir ahí (Afrobasket) y defender a mi país, fue algo increíble”.
En relación con su país, el proyecto para ayudar a los más pequeños a desarrollarse a través del deporte es una de sus prioridades: “Es como un club o una escuela que creé allí, en Cabo Verde, y que está llevando mi tío y algunos chicos de ahí. Quiero que los niños tengan ganas de demostrar o de tener un futuro. No sólo que jueguen al baloncesto, sino que con el deporte, puedan ser competitivos con otras cosas, como con los estudios o incluso con el trabajo. Eso es lo que queremos transmitirles con el deporte y con la escuela que tenemos ahí”.
Su hijo, su mayor pasión
Fuera de la cancha, Tavares desvela cuál es su gran pasión, su hijo: “Mi hijo es una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida porque cada día que pasa, lo disfruto más. Nunca esperaba que iba a tener un sentimiento tan diferente por algo tan chiquitito. Le doy las gracias a mi mujer por darme ese regalo, es irrepetible. Así que, para mí, es algo que no se puede explicar. Sólo intento disfrutar cada día, intento llegar a casa lo antes posible para estar con él. Viajamos tanto que cada vez que vengo parece un niño diferente. Así que, es algo increíble y que disfruto cada día”.
|