Desde hace meses somos una generación indoor y, el hecho de pasar más tiempo en casa, ha convertido al baño en el nuevo salón de los hogares, que ya no solo se concibe como un espacio para el aseo personal sino también como un templo del bienestar y el placer donde disfrutar de una completa experiencia.
La sala de baño, entendida además como el lugar de uno mismo, como explica Manuel Hidalgo en uno de sus libros, fue solo una de las reflexiones que sobrevolaron este martes en Casa Decor, en el coloquio moderado por la periodista y escritora Joana Bonet, que contó con los interioristas Virginia Sánchez, Fabián Ñíguez y Miguel Muñoz; un encuentro con el que Geberit, la compañía especialista en porcelana sanitaria y tecnología para el baño, quiso elevar la conversación sobre esta estancia que ha servido de escenario y fuente de inspiración para míticas escenas del cine y grandes obras de la literatura.
Una estancia que se enseña y se comparte
Y es que si antes era el ‘cuarto de las vergüenzas’, un espacio considerado sucio y al que a menudo se le cerraba la puerta, este concepto ha ido evolucionando y el baño se ha convertido en ese lugar de culto y de encuentro con uno mismo, en el que buscamos la relajación y el disfrute, y que también nos gusta enseñar y compartir.
El baño del hotel a casa
Por eso no es de extrañar que las tendencias actuales pasen por llevar el baño del hotel a casa e incluso por devolverle la bañera si hay espacio, aportándole ese toque estético y distintivo. Además, como le abrimos la puerta, cada vez nos atrevemos más a arriesgar en su decoración sin desatender el factor higiene. Sobre todo, según coinciden los interioristas, en los baños de invitados, donde liberamos la creatividad y nos atrevemos con colores y materiales como el papel e incluso tapizados como el terciopelo en lugar de los tradicionales alicatados.
Tecnología para el placer y disfrute de la estancia
Porque el baño es quien nos da los buenos días y las buenas noches y es donde nos cuidamos, nos mimamos y cogemos energía cada mañana, buscamos espacios cada vez más vestidos, que sean nuestra carta de presentación y que, con ayuda de la innovación y la tecnología, no nos compliquen y nos hagan la vida más fácil.
Somos cada vez más transgresores e innovadores, especialmente en esa tecnología e I+D, que habla al usuario. Recurrimos, por ejemplo, a inodoros inteligentes que se iluminan por la noche, a inodoros que integran el bidé, a pulsadores por contacto o a cisternas invisibles que incluso limpian y filtran el aire del baño eliminando los malos olores.
Las mujeres aún como grandes decisoras
Los materiales también han evolucionado hacia la sensorialidad, hacia líneas puras y orgánicas, que restan frialdad a soluciones como la cerámica. Sin embargo, en este camino hacia el cambio, todavía existen ciertos estereotipos como el de que las mujeres siguen siendo en un 90% las grandes decisoras de la decoración y el diseño en el hogar, si bien los hombres cada vez intervienen más y apuestan también por buscar su espacio.
‘Sheroes’, un homenaje a las mujeres que rompen estereotipos
Unos estereotipos que la interiorista Viriginia Sánchez ha querido romper precisamente en el diseño del espacio de Geberit en Casa Decor este año, haciendo con ‘Sheroes’ -que es como lo ha denominado- un homenaje a todas las mujeres que, como la primera aviadora Amelia Earhart, han roto con lo establecido.
Así, de una manera escultural, elegante y teatral, ha escondido y ha destacado a la vez los inodoros en una especie de tronos, que aguardan a la pieza escultural que alberga la ducha y preside el espacio. Y es que cada elemento está incluído en estructuras o formas muy creativas que realzan su importancia funcional, bajo el juego del ‘tono sobre tono’, en un vibrante azul, basado en la mezcla de texturas y materiales.
El interiorista y el viaje creativo con el cliente
Porque al final, tal y como se dedujo de este coloquio, y en contra de esa imagen subestimada del interiorista en España, en el mundo del diseño de interiores no se trata tanto de honorarios como de hacer un viaje creativo, en el que los profesionales no trasladan las imágenes de Pinterest que les muestran sus clientes, sino que hacen con él una labor de psicología y pedagogía para conseguir finalmente hogares agradables, bien decorados, que reflejen sus gustos y su manera de ser, además de hacerles disfrutar.
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