Después de una larga trayectoria política, creo que uno se puede permitir el lujo de guiarse más por el olfato y sensaciones que por los números demoscópicos que, además de adolecer de la “perspectiva de género”, terminan cocinándose a gusto del chef contratado a tal efecto. Desde esa óptica me propongo analizar algunos de los aspectos de la campaña que, como la de Andalucía, van a ser el preludio de un resultado de gran trascendencia. También para España.
Del primer debate en RTVE que tuve la paciente curiosidad de seguirlo, deduje que hasta el 19 de Junio, siJuanma Moreno,sigue encarando la campaña con positividad ydesde la confianza que transmite el resultado de su buena gestión como Presidente de la Junta, puede alcanzar la meta final con el éxito de una indudable victoria. A mi entender solo debería añadir un plus de respuesta a algunas infundadas acusaciones de la “oposición electoral.”
Los aspirantes de las otras formaciones políticas, salvo lógicamente Juan Marín de Cs, se están dedicando como hicieron en el debate, a intentar arrancarinútilmente del actual presidente de la Junta, algún gesto o palabras que lo aproxime a posiciones radicales de derecha o a las de la desnortada izquierda sociocomunista.
Que Juan Espadas, representante del Partido Socialista, invoque la figura de Pedro Sánchez como modelo del cambio que dice pretender en la gobernabilidad de Andalucía para los próximos cuatro años, produce una auténtica alarma social.Que asuste a los electores con un pacto del PP con Vox, cuando ellos gobiernanEspaña, apoyándose en quienes son la voz de quienes asesinaron a más de ciento veinte andaluces, resulta cuanto menos escalofriante. La brillante Abogado del Estado Macarena Olana no ha terminado de reciclarse para ejercer el oficio de la política. Su mente sigue imbuida de los tics de la élite profesional de la que forma parte en la Administración del Estado, muy respetable por otra parte y especialmente por el que suscribe, pero su vis política deja mucho que desear.Aspirar a que Juanma Moreno sea su vicepresidente, además del intento de humillarlo, es un manifiesto acto de soberbia que la aleja de la idiosincrasia y sentir del realismo andaluz. Adornarse con un traje de faralaes no es suficiente, mas le valdría reflexionar sobre el fracaso de Arrimadascuando abandonó Cataluña…
Finalmente el escenario lo completan el “totum revolutum” de la izquierda más ultra que representan Teresa Rodríguez e InmaculadaNieto. Sus mensajes del “terrorismo machista” que nos invade o de la condena eterna para aquellos que no comulguen con su religiosa ideología de género, el aborto exprés o la eutanasia liberadora del cuerpo que oprime al ser humano, no cuelan en la Andalucía devota de romerías y cofradías. El 19 de junio hasta Juanma Moreno se sorprenderá, cuestión de olfato…
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