Pese a una caída en el descenso del Lago di Cei (2ª) cuando rodaba en cabeza a menos de 10 km del final, la campeona olímpica de Movistar Team se impone con 1' de ventaja sobre Cavalli (UAD) y aumenta a más de dos minutos su ventaja en la general a solo dos días de la conclusión.
Con la casta de los grandes campeones... y con algo de emoción indeseada. Annemiek van Vleuten (Movistar Team) agrandó su ventaja como Maglia Rosa del Giro Donne 2022 imponiéndose con casi un minuto de ventaja en Aldeno, llegada de una preciosa 8ª etapa en los Dolomitas (104 km) con las subidas a Passo Bordala (2ª) y Lago di Cei (2ª).
Una brillante aproximación de Jelena Erić a la última de esas ascensiones permitió a 'Miek' desplegar su irresistible ritmo atacante y protagonizar una dura lucha con Marta Cavalli (FDJ), a la que mantuvo a raya hasta dejarle definitivamente atrás en el tramo final del ascenso, muy descolgada García (UAD). Sin embargo, una caída en el descenso -con apenas leves rasguños como resultado- puso emoción, y susto, al 16º éxito de las Movistar Team en 2022.
2'13" de margen, y dos jornadas, separan a la campeona olímpica de una enorme alegría por la que aún tendrá que pelear duro. Este sábado, último 'round' montañoso, con la etapa reina de Fai della Paganella (2ª), Duron (2ª) y el terrible Daone (Especial) camino de San Lorenzo Dorsino (113 km).
DECLARACIONES / Annemiek van Vleuten:
“Esta etapa sí que la tenía marcada desde hace tiempo. Después de la etapa de ayer, en la que la fuga se fue por delante, tenía marcada la de hoy como una oportunidad para atacar e ir al máximo, porque nunca sabes cuándo vas a tener estas oportunidades. Pelear en escenarios así, con recorridos bonitos y carreras del atractivo de esta, siempre te motiva un poco más.
Mi compañera Jelena Erić ha hecho una aproximación increíble, 1 km a tope desde el inicio de la subida. Cuando ves a alguien sacrificarse de esa manera por ti, sientes esos nervios, esa anticipación de que sabes que tienes que darlo todo. Tenía claro que podía arrancar desde ahí, por todo el entrenamiento que llevo hecho en este tiempo y porque cada día mi cuerpo recupera bien. Todos los días me levanto con ganas de seguir peleando, y siento lo mismo de cara a mañana. Quiero destacar también el trabajo de Aude Biannic y Emma Norsgaard en las zonas más complicadas; me han sabido llevar tranquila y eso ha ayudado de cara a las subidas.
Cavalli ha estado muy fuerte hoy. Iba siempre entre seis y diez segundos de diferencia, pero sabía que tenía que seguir empujando sin mirar atrás. Esos 10 km de subida sabía que jugaban a mi favor, y a falta de tres o cuatro es cuando he empezado a abrir la diferencia.
La caída ha sido estúpida e innecesaria. Sé que mi madre, Ria, estaba viendo la carrera por televisión, así que: perdona, mamá. (Ríe) En cualquier caso, estoy bien. La muñeca se siente bien”.
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