Ha muerto Isabel II reina de Inglaterra y cabeza de la Iglesia anglicana, bueno ¿y qué? Como todo bicho viviente ha completado su ciclo vital y le ha llegado la hora de su fenecimiento. Lo que verdaderamente me admira y encocora es el estruendo de bombo y platillo con el que están tratando una noticia de lo más corriente y normal los políticos y medios de comunicación españoles. Desde muy pequeñitos, nuestra madre, sabia ella, nos inculcó que no deberíamos de tener miedo a la muerte, pues como nos decía: desde el Papa hasta el último monaguillo, todos teníamos que morir, indicándonos con ello que, ante la muerte, todos somos iguales, desde la persona más encumbrada y esclarecida del universo, hasta más insignificante. Otra frase que nos metió en la cabeza es que para morirse solo es necesaria una condición, estar vivo, pues los muertos no se mueren, ya lo están. Creo conveniente y necesario que aclaremos algunas cuestiones sobre la monarquía inglesa. Enrique VIII, llevado por su lascivia contrajo matrimonio con seis mujeres, a dos de las cuales mandó matar. También tuvo las concubinas que le vino en gana. Como el Papa Clemente VII no le autorizaba el divorcio de Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, para casarse con Ana Bolena, originó el cisma inglés, erigiéndose como cabeza de la Iglesia anglicana, caput ecclesiae, como desde entonces siguen siendo sus descendientes en el trono, y continuó coleccionando esposas. Proseguir con la historia, entiendo que es una tarea ardua e innecesaria, pues no es momento de hablar de los ataques de los piratas ingleses con patente de corso otorgado por sus reyes que tanto daño causaron a los galeones españoles. Sin embargo considero que conviene que nos detengamos un poco en la adoración rayana en el servilismo que los británicos tributan a sus monarcas, de tal manera que en pleno siglo XXI, lejos de remitir, se agigante continuamente. Ningún pueblo europeo supera a los británicos en chabacanería e irreligiosidad, como tampoco en sumisión a sus reyes. Esto explica las esperas de más de treinta y cinco horas para pasar ante el féretro de Isabel a fin de inclinar la cabeza en señal de condolencia y respeto. Pero lo que causa náuseas hasta el vómito es la parafernalia que nuestros políticos y periodistas han mostrado en señal de duelo por la muerte de esta persona. A ver si nos enteramos, ha seguido manteniendo el paraíso fiscal del Peñón de Gibraltar, nido de blanqueadores de dinero negro, atracadero de buques nucleares, sin que el Alcalde de Cádiz, la Junta de Andalucía, ni el Gobierno central digan nada en contra. Isabel fue la que comandó el ejército que arrebató Las Malvinas a Argentina. Los británicos se permiten insultar y avasallar a cualquiera porque saben que tienen detrás el paraguas de los EE. UU que los sacará del atolladero Es un signo de contradicción que los que nos gobiernan que denuestan nuestra Monarquía demuestren tan abyecto servilismo ante la muerte de la reina de un país que tanto daño ha hecho a España desde hace más de quinientos años. Es vergonzoso que conectemos una radio o cadena de televisión españolas y nos encontremos que dedican, más tiempo a la parafernalia de su entierro que a noticias nacionales. He intentado encontrarle alguna explicación y la única que se me ocurre es que, al ser masona como su padre, Jorge VI que fue Gran Maestre de la Gran Logia Unida de Inglaterra entre 1936 y 1937, está protegida y amparada por ellos, como la mayoría de los gobernantes mundiales que son masones se protegen. Muestra de su índole de masona son los comunicados emitidos por estos: “Con el dolor más gran la Gran Logia Unida de Inglaterra ha conocido la noticia de la muerte de Su Majestad la Reina Isabel II, nuestra soberana británica que más tiempo ha reinado. El padre de la Reina Isabel, su Difunta Majestad Jorge VI, y su consorte, su Alteza Real el Duque de Edimburgo, fueron ambos francmasones. Su primo, Su Alteza Real el Duque de Kent, es Gran Maestre de la Gran Logia Unida de Inglaterra desde 1967, y mandará un mensaje de condolencia en nombre de todos los ingleses fancmasones a Su Majestad el Rey. Otro primo suyo, Su Alteza Real el Príncipe Miguel de Kent es Gran Maestre de la Gran Logia de Maestros Masones de la Marca de Inglaterra y Gales desde 1982, y se está preparando una declaración desde el Salón de los Masones de la Marca. Dios salve al Rey”. Blanco es, la gallina lo pone… Cicerón en su De amicitia, dice: pares cum paribus facillime congregantur, o sea, los iguales se reúnen fácilmente con sus iguales. Los masones no de muerden entre sí. Parece mentira que nos olvidemos de que Margaret Thatcher propuso que, llegado el caso, habría que bombardear Madrid. Vergüenza y escarnio para nuestros gobernantes, el primero de ellos Felipe VI, condecorado con la Orden de la Jarretera, distintiva de los masones, y políticos que reptan ante el cadáver de la reina del país que ha hecho más daño a España, más que Francia, durante quinientos años.
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