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La antipolítica ha encontrado su mayor triunfo: un apoliticismo político que encarna un rechazo consciente a la política tradicional. Y aquí es precisamente donde la paradoja se vuelve elocuente. La falta de propuestas, los escándalos recurrentes, la constante guerra entre bandos, empuja a un desinterés de la política con nombre y apellidos que desemboca en un afán antipolítico visceral, construido alrededor del rechazo.
Pedro Sánchez y sus disciplinados ministros han estado durante una larga temporada enfangando los escaños y pasillos del Congreso, con una lluvia de insultos, mentiras y hasta vulgares gestos hacia la oposición parlamentaria. Lo que ellos no podían imaginar es que un “fango real” iba a dejar un reguero de destrucción y muerte en la región de Valencia. El “fango” de su discurso se ha convertido en su propia pesadilla.
«No debes meterte... No te metas»... ¿Cuántas veces se oye esta frase? Muchas, demasiadas... Reflexionemos sobre este tema con algunas preguntas : ¿Qué quiere decir no te metas? ¿Acaso que no me incumbe? ¿Acaso que no es mi asunto? ¿Acaso que cada palo aguante su vela? ¿Acaso que los problemas son de cada uno y de nadie más? ¿Acaso que no me busque problemas?
Finales de octubre de 2024. La DANA comenzó su camino devastador, originado por una serie de elementos naturales conocidos por los expertos que deben ayudar a prevenir y avisar a la población. ¿Qué sucedió? La justicia deberá estudiar y exigir responsabilidades a las autoridades competentes en estos casos.
La ineficacia, falta de empatía y desconexión de la realidad de la clase política en esta tragedia va a marcar un antes y un después. Y si no, es que estamos todos muertos. Cuando habían emergido del lodo - este sí, lodazal de verdad - decenas de cadáveres y toda España ya sabía que la catástrofe era de las históricas, el Congreso de los diputados mantuvo su sesión plenaria y las votaciones previstas para el día.
Ayer en Valencia la naturaleza sacó los colores a todos aquellos políticos cuyos votos sólo valen para “mantenerse ellos en el poder y sostener a su jefe, como puros mercenarios”. Parece ser que lo importante hoy en España es el euskera, el catalán, el valenciano, el gallego, etc. Cuidar los montes, los cauces de los ríos, los planes urbanísticos respetuosos con la naturaleza..., eso es política barata y de poco rendimiento.
Consejos doy y para mí no tengo. Algo así debió decir el diputado ahora dimitido tras los acontecimientos de abuso y violencia sexual a una mujer que lo ha denunciado en la Policía y a otras, que de momento solo lo hacen en las redes sociales. El comunista “Milhouse” se ha pasado años sin reconocer la presunción de inocencia a Ayuso, a su hermano y a cuantos han pasado por delante de él, de ahí que no espere que la sociedad se lo reconozca, aunque la ley le ampare.
Nunca pensé que los políticos fuesen la hermana Teresa de Calcuta, pero ni por asomo pude imaginar que una democracia, por imperfecta que la misma fuese, llegase a ser la pestilente cloaca y trinchera de confrontación en que Pedro Sánchez ha convertido la política allá por donde pise.
Encuentro similitud entre las actitudes de la clase política y las relaciones que mantenían los neardentales hispanos hace más de 40.000 años. Estos, como aquellos, se pasan la vida en constantes trifulcas por el dominio sobre la “cueva nacional”. Tan solo les falta ser caníbales, aunque hay una suerte de “canibalismo mental” entre ellos.
En España, la política se ha convertido en un espectáculo donde las promesas de campaña se quedan en el aire y los debates se asemejan más a un circo que a un foro de discusión seria. Los ciudadanos cansados de ver cómo sus necesidades no son atendidas, observan con frustración cómo los gobernantes se enzarzan en peleas y acusaciones, mientras los problemas reales quedan sin resolver.
Supongo que las charlas motivacionales tienen un hilo argumental de historias de superación para erigirse como fieles ejemplos de llegar a ser mejores personas. En la práctica recurrente de nuestro país, que incluso se podría contar con las buenas intenciones de los sucesivos gobiernos, se presentan a lo largo de la historia reciente portadores de las contradicciones de las señaladas buenas intenciones.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha salido a la palestra para hablarnos, nada menos, que de un invento nuevo llamado «baja flexible». Ataviada con un chalequito blanco, último modelo de los típicos escaparates de la llamada «milla de oro», nos da a entender que no esconde nada bajo las mangas, porque no tiene. Y que su propuesta es tan impoluta como el color blanco de su chalequito de moda.
Existen formaciones de extrema izquierda que hoy día no tienen cabida en la esfera política. Estas formaciones que comulgan con un falso anticapitalismo siempre afirman que no son políticas, que son antisistema, entonces, ¿qué hacen presentándose a las convocatorias electorales?
De manos de mis padres recibí la ilusión de vivir; de sus mismas manos tomé conciencia de la dureza de la vida; de ellas mismas aprendí a caer sobre la tierra, dura pero pletórica de vitalidad y, sujetado a sus manos, aprendí a levantarme. Detrás de ellos se encontraba su fortaleza, abrazada a su fe, a su esperanza y a su gran amor, vestido de sencillez.
Ha culminado con éxito la iniciativa de formación climática dirigida a los representantes de la XV Legislatura, tanto del Congreso como del Senado, con la participación de parlamentarios de los principales partidos políticos en el Congreso de los Diputados. La iniciativa ‘Mandato por el Clima’ ha obtenido el respaldo histórico de la ‘Declaración ante el desafío del cambio climático de las Cortes Generales’ por parte de las diferentes formaciones políticas.
La política ha comenzado a asfixiar la vida ciudadana, no por la esencia de aquella, sino porque el mundo de los parásitos politiqueros está invadiendo la sociedad. La “polis”, cada vez se parece más a un campo de minas, en el que te salvas, solamente, si tu partido te da el plano.
Por desgracia tengo que reconocer que acertamos de pleno quienes pronosticábamos las derivas antidemocráticas de todo orden que iban a producirse si Pedro Sánchez llegaba al poder. Y lo peor es que está dispuesto a que España sea una nación en la que la Constitución que nos dimos los españoles en 1978, sea un papel mojado. Vamos con toda seguridad a una situación insostenible en la que la nefasta arrogancia de este mal gobernante haga imposible la convivencia en paz.
En una entrevista publicada en Le Progrès de Lyon en 1951, el Premio Nobel de Literatura Albert Camus dijo: «La libertad consiste, en primer lugar, en no mentir. Allí donde prolifere la mentira, la tiranía se anuncia o se perpetúa». Me viene a la cabeza el recuerdo de esa frase al leer unas declaraciones de Donald Trump en las que vuelve a mentir sin disimulo.
«El problema es que el país no es liberal de verdad», dijo en cierta ocasión Benito Pérez Galdós. Todo está condicionado a la ambición personal. Nadie que tenga cierta cultura literaria puede olvidar que el escritor canario creía, ante todo, en la bondad esencial del pueblo español. Y, sin embargo, el pueblo es la principal víctima de los partidos políticos que lo dirigen y del Estado.
“Hay que levantar un muro contra la insolidaridad, la desigualdad y los privilegios de la financiación singular para Catalunya”. Estas han sido las palabras de Carlos Mazón, presidente del País Valencià en el programa Espejo Público. Desde la firma entre el PSOE y ERC de un acuerdo para el financiamiento singular de Catalunya, a cambio de los votos favorables de ERC a la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat.
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