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Grescas, disputas ruidosas, derivadas de insultos, menosprecios, confrontaciones por opiniones opuestas. Si una conversación sobre opiniones se convierte en dogmas inquisitoriales, lo normal es que se originen las TRIFULCAS. Ejemplo, cotidiano y normalizado, se da en el Congreso, sin ningún tipo de vergüenza.
Eso que dicen algunos políticos “descerebrados” de que estábamos acostumbrados a que “Papá Estado” nos resuelva la vida..., eso es una deducción propia de quienes verdaderamente están viviendo a costa del Estado, a costa del dinero de los contribuyentes.
Cómo define la RAE el término dignidad: Cualidad de digno, honradez, respetabilidad, nobleza, honestidad, honorabilidad, integridad, probidad, rectitud, decencia, seriedad, decoro. Sería bueno poder encontrar algunas de estas cualidades en las personas que forman el gobierno actual que nos desgobierna.
En el argot madrileño hay una palabra para designar a aquellos que hacen el “primo”, y el “panoli”; pues bien, no quisiera que por un exceso de caballerosidad, de fairplay o de condescendencia con el adversario político, el PP de Núñez Feijóo deje contar las atrocidades que comete el Gobierno de Pedro Sánchez. Vox tiene claro que va a contar y a denunciar cada barbaridad, cada atrocidad, cada charlotada de Sánchez.
Francisco Paesa, estafador y espía, protagonizó en los años 90 uno de los episodios más estrambóticos relacionados con la corrupción durante la etapa del gobierno de Felipe González. Después de una vida dedicada a negocios con el solo objeto de timar incluso a dirigentes más allá de nuestras fronteras y al espionaje internacional, se involucró en uno de los casos más escandalosos de la época, como fue el del entonces Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán.
Las aseveraciones falsas y malignas de algún que otro sorprendente representante de ciertos partidos son graves, porque se hacen públicamente y pagando para que se difunda. Las medidas difusas que proponen muchos candidatos, como por ejemplo bajar precios de alimentos o de combustible, las considero retorcidas en la mayoría de ocasiones. ¡Y nunca se escapa un broche de oro para estos actos o hechos reprobables!
Políticos. Demócratas por más señas. Antes de la riada, existían. Ahora aparecen sobre el barro. Chapoteando. Como personajes podrían evocar la novela ‘Cañas y barro’ del valenciano Blasco Ibáñez en la Albufera. Y merecerían afecto. Pero son personas, en democracia y ante la riada, responsables. No son unas personas extraordinarias, ni siquiera las mejores.
La antipolítica ha encontrado su mayor triunfo: un apoliticismo político que encarna un rechazo consciente a la política tradicional. Y aquí es precisamente donde la paradoja se vuelve elocuente. La falta de propuestas, los escándalos recurrentes, la constante guerra entre bandos, empuja a un desinterés de la política con nombre y apellidos que desemboca en un afán antipolítico visceral, construido alrededor del rechazo.
Pedro Sánchez y sus disciplinados ministros han estado durante una larga temporada enfangando los escaños y pasillos del Congreso, con una lluvia de insultos, mentiras y hasta vulgares gestos hacia la oposición parlamentaria. Lo que ellos no podían imaginar es que un “fango real” iba a dejar un reguero de destrucción y muerte en la región de Valencia. El “fango” de su discurso se ha convertido en su propia pesadilla.
«No debes meterte... No te metas»... ¿Cuántas veces se oye esta frase? Muchas, demasiadas... Reflexionemos sobre este tema con algunas preguntas : ¿Qué quiere decir no te metas? ¿Acaso que no me incumbe? ¿Acaso que no es mi asunto? ¿Acaso que cada palo aguante su vela? ¿Acaso que los problemas son de cada uno y de nadie más? ¿Acaso que no me busque problemas?
Finales de octubre de 2024. La DANA comenzó su camino devastador, originado por una serie de elementos naturales conocidos por los expertos que deben ayudar a prevenir y avisar a la población. ¿Qué sucedió? La justicia deberá estudiar y exigir responsabilidades a las autoridades competentes en estos casos.
La ineficacia, falta de empatía y desconexión de la realidad de la clase política en esta tragedia va a marcar un antes y un después. Y si no, es que estamos todos muertos. Cuando habían emergido del lodo - este sí, lodazal de verdad - decenas de cadáveres y toda España ya sabía que la catástrofe era de las históricas, el Congreso de los diputados mantuvo su sesión plenaria y las votaciones previstas para el día.
Ayer en Valencia la naturaleza sacó los colores a todos aquellos políticos cuyos votos sólo valen para “mantenerse ellos en el poder y sostener a su jefe, como puros mercenarios”. Parece ser que lo importante hoy en España es el euskera, el catalán, el valenciano, el gallego, etc. Cuidar los montes, los cauces de los ríos, los planes urbanísticos respetuosos con la naturaleza..., eso es política barata y de poco rendimiento.
Consejos doy y para mí no tengo. Algo así debió decir el diputado ahora dimitido tras los acontecimientos de abuso y violencia sexual a una mujer que lo ha denunciado en la Policía y a otras, que de momento solo lo hacen en las redes sociales. El comunista “Milhouse” se ha pasado años sin reconocer la presunción de inocencia a Ayuso, a su hermano y a cuantos han pasado por delante de él, de ahí que no espere que la sociedad se lo reconozca, aunque la ley le ampare.
Nunca pensé que los políticos fuesen la hermana Teresa de Calcuta, pero ni por asomo pude imaginar que una democracia, por imperfecta que la misma fuese, llegase a ser la pestilente cloaca y trinchera de confrontación en que Pedro Sánchez ha convertido la política allá por donde pise.
Encuentro similitud entre las actitudes de la clase política y las relaciones que mantenían los neardentales hispanos hace más de 40.000 años. Estos, como aquellos, se pasan la vida en constantes trifulcas por el dominio sobre la “cueva nacional”. Tan solo les falta ser caníbales, aunque hay una suerte de “canibalismo mental” entre ellos.
En España, la política se ha convertido en un espectáculo donde las promesas de campaña se quedan en el aire y los debates se asemejan más a un circo que a un foro de discusión seria. Los ciudadanos cansados de ver cómo sus necesidades no son atendidas, observan con frustración cómo los gobernantes se enzarzan en peleas y acusaciones, mientras los problemas reales quedan sin resolver.
Supongo que las charlas motivacionales tienen un hilo argumental de historias de superación para erigirse como fieles ejemplos de llegar a ser mejores personas. En la práctica recurrente de nuestro país, que incluso se podría contar con las buenas intenciones de los sucesivos gobiernos, se presentan a lo largo de la historia reciente portadores de las contradicciones de las señaladas buenas intenciones.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha salido a la palestra para hablarnos, nada menos, que de un invento nuevo llamado «baja flexible». Ataviada con un chalequito blanco, último modelo de los típicos escaparates de la llamada «milla de oro», nos da a entender que no esconde nada bajo las mangas, porque no tiene. Y que su propuesta es tan impoluta como el color blanco de su chalequito de moda.
Existen formaciones de extrema izquierda que hoy día no tienen cabida en la esfera política. Estas formaciones que comulgan con un falso anticapitalismo siempre afirman que no son políticas, que son antisistema, entonces, ¿qué hacen presentándose a las convocatorias electorales?
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