Todos deberíamos de hacer lo mismo, deberíamos de pensar sobre qué política queremos para hacer mejor nuestra vida y nuestra sociedad, porque al final, en lo que debe concentrarse la política es en hacer más fácil la vida de todos los ciudadanos. Esta reflexión valdrá entonces la pena si somos capaces de reivindicar una política útil que debe estar alejada de la mentira y de la deslegitimación... ¡Pero sin insultos, sin burlas y siendo capaces de ofrecer alternativas!
Sobra de la política quien tiene como único objetivo la destrucción del contrario sea como sea, faltando al respeto, acosando, inventando...
Sabemos que la actividad pública suele ser muy absorbente y conlleva a la inevitable crítica, pero es más absorbente cuando los adversarios convierten a los rivales en enemigos, es decir, que la finalidad política es la destrucción del contrario, y eso conlleva a la degradación de la misma política.
Creo, ahora con más firmeza que nunca, que no podemos dejar ganar a quienes actúan así, ya que es un comportamiento tan indecente y tan peligroso que las consecuencias para todos son difícilmente descriptibles.
Desde mi convencimiento en la política y la democracia pido a todos que nos unamos en la defensa de las libertades, libertades que el Gobierno PSOE-SUMAR va aniquilando día a día, y esto no es una frase hecha ni un lema político sin más.
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