Como una plaga campan muchos políticos, ocupando todo el espacio y tiempo con su molesta presencia para lograr sus fines. La incertidumbre sobre la configuración de las instituciones después de unas elecciones y el más que posible descalabro futuro del bipartidismo no les dejan dormir. Y el caso de estos muchos políticos es curioso, ya que como los cangrejos, caminan al revés, pues lo normal es que un alcalde recale en el Parlamento Autonómico y no caerse de él para ser alcalde de una ciudad decadente. Posiblemente, alguien le quiere mal.
El canibalismo, que creíamos erradicado, es entre la casta un comportamiento habitual y se practica sin decoro alguno, y algunos se preguntan eso de: ¿qué será de nosotros?
En el bipartidismo el hambre es mayor porque hay demasiados comensales y el banquete que se aproxima no va a pasar de un lunch.
En cuanto al jefe de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón (PP), ya se está maquillando su cadáver político, lo mismo que a la ministra socialista Teresa Ribera (PSOE).
¡Muchos chupópteros del bipartidismo ya tienen ojos golositos!
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