Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Diputados | Políticos españoles | Despilfarro | Corrupción

El prostíbulo nacional

Asistimos impávidos al despilfarro del dinero público y de nuestros impuestos en ministerios fantasmas, viajes injustificables, acuerdos políticos inconfesables con un delincuente…
Jorge Hernández Mollar
martes, 25 de marzo de 2025, 09:33 h (CET)

Estamos asistiendo impávidos al despilfarro del dinero público y de nuestros impuestos en ministerios fantasmas, viajes injustificables, en acuerdos políticos inconfesables con un delincuente…


¿Alguien puede dudar de que el gran Berlanga ya habría plasmado en el cine la dramática, a la vez que cómica, película de los episodios a los que estamos asistiendo los españoles en el gran teatro de la política nacional? Estos episodios nacionales, nada parecidos a los de Benito Pérez Galdós, tan desconocidos hoy entre nuestros jóvenes y menos jóvenes, son la representación más esperpéntica, con honrosas excepciones, que nos ofrecen diariamente las señorías que hoy ocupan los escaños del Congreso de los Diputados, sede del templo de la democracia.


Cuando creíamos que aquellas orgías y tropelías económicas del Director General de la Guardia Civil, el socialista Luis Roldán - fugado a Bangkok el año 1995- había superado con creces nuestra capacidad de asombro ante un caso de corrupción moral y política tan deleznable, en Andalucía el PSOE andaluz se ve envuelto en otra historia truculenta de cocaína y prostíbulos protagonizados en el caso de los ERES por el ex director de la Faffe, Fernando Villén y el llamado “chofer de la coca”, Juan Francisco Trujillo que era el correveidile de la drogas, alcohol y fiestas pagadas entre los que vivían a costa del dinero de los andaluces. Nada me extrañaría que Koldo, Ábalos, Tito Berni. Aldama y otros/as de igual pelaje, hubieran sido alumnos de tan aventajados maestros en la coca, prostitución y gestiones gubernamentales varias.


Mi intención no es adentrarme en la casuística de tanto desatino suficientemente detallado en los medios de comunicación y redes sociales. Por el contrario creo que se hace necesario en estos momentos tan difíciles para la vida nacional y no menos para la compleja situación internacional, despertar la conciencia de los millones de españoles de bien que no deben inhibirse por comodidad o desánimo, ante un ambiente tan enrarecido que corre el riesgo de considerar de que solo es cosa de unos cuantos políticos de mal vivir o de otros que solo se preocupan por mantener o alcanzar el poder.


Se tienen que oír voces desde la calle, las tertulias de café, los medios de comunicación, las cátedras universitarias, los alumnos, profesores, padres de familias, empresarios, trabajadores, incluso desde la propia Iglesia, las denuncias, lamentos y preocupaciones por tanto despropósito que lamentablemente solo se oyen en privado. Estamos asistiendo impávidos al despilfarro del dinero público y de nuestros impuestos en ministerios fantasmas, viajes injustificables, en acuerdos políticos inconfesables con un delincuente que desde su exilio en Waterloo, se ha propuesto fracturar la nación española, y lo que es aún peor se ha creado un clima muy preocupante de inútiles enfrentamientos verbales en el Parlamento, además de burdas maniobras para su “cancelación”, con el objetivo de acallar las discrepancias de millones de españoles ante los abusos de poder del gobierno. Todo esto debilita y desacredita nuestra democracia en unos momentos de especial relevancia para España, inmersa en una grave crisis institucional y en un inestable contexto internacional, en el que no cesan de sonar los tambores de guerra…


Pero sería injusto y poco edificante terminar mi reflexión con este espíritu negativo. Siempre he creído que los problemas que la vida nos depara, cualquiera que sea su naturaleza, deben afrontarse con determinación y en sentido positivo, para buscarles la solución más adecuada y no fustigarse con ellos. Nada mejor para esto, que apelar a nuestro español universal Miguel de Cervantes y al admirado Don Quijote que con sus sabias palabras nos ofrece una interesante fórmula para encarar las dificultades que en este aciago período de nuestra historia estamos padeciendo: “Don Quijote soy, y mi profesión la de andante de caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso de tonto y mentecato?”.

Noticias relacionadas

Desafiando a los males de la altura, los sinuosos, estrechos y escarpados senderos de las serranías y montañas bolivianas, con un audaz grupo de paraguayos decidimos desafiar la naturaleza adversa y realizar un histórico viaje a sitios históricos de Bolivia, para reconciliar las crónicas de una guerra injusta que distanció a dos pueblos hermanos.

Históricamente, desde las guerras del pan, que ahora se llaman “del hambre” gracias a nuestro oráculo instalado en Bruselas, hasta nuestros días, las crisis económicas, o sea, cuando el pueblo llano pasa más hambre de lo habitual mientras las élites exhiben su cómodo nivel de vida y mueven su patrimonio de paraíso a paraíso, una suerte de revolución popular debería forzar algunos cambios.

Estamos asistiendo impávidos al despilfarro del dinero público y de nuestros impuestos en ministerios fantasmas, viajes injustificables, en acuerdos políticos inconfesables con un delincuente… ¿Alguien puede dudar de que el gran Berlanga ya habría plasmado en el cine la dramática, a la vez que cómica, película de los episodios a los que estamos asistiendo los españoles en el gran teatro de la política nacional?

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto