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Cuesta creer que todos los diputados y senadores del PSOE consideren que es normal no tener contactos periódicos con la oposición democrática. Cuesta creer que sus Señorías, sospecho y reconozco su preparación, admitan con normalidad que se vaya concediendo prevendas a los distintos partidos, que por trayectoria histórica no reconocen a España.
¿Qué está pasando en el Partido Socialista Obrero Español? En su seno ha estallado una guerra civil sin cuartel y la Justicia parece no dar más de sí. Hasta el fiscal general del “Borrado” se frota las manos, porque los tiros no se dirigen a él. Ponerse a numerar presuntos delitos es mostrar una lista cada día más larga, enrevesada y tan sucia como el palo de un gallinero.
Mario Draghi, el 10 de septiembre del 2024, propuso que la Unión Europea movilice 800.000 millones de euros al año para competir con China y Estados Unidos. Macron y Starmer se reunieron en Paris el 2 de marzo para considerar el apoyo nuclear francés en defensa de Europa y el despliegue de tropas de otros países sobre el terreno para mantener la paz como una segunda fase del plan.
La corrupción es una enfermedad endémica en la humanidad. El virus de la dolencia se inoculó en el momento en que Adán, el primer hombre de quien todos procedemos, comió el fruto del árbol que el Creador le había prohibido comer. Su desobediencia se conoce como pecado. Como el pulpo, tiene muchos tentáculos. Uno de ellos es la corrupción que nos saca de quicio.
Asco, repugnancia, bascas es todo lo que origina el PSOE con los más de cien casos de corrupción que lo acorralan en la actualidad. Las embrollos y marrullerías de Pedro Sánchez le facilitaron la gobernabilidad de España. Como paladín de la limpieza y buena ejecución de un partido de Gobierno, llegó a hacerse con el poder, aunque tenía menos votos que el PP, pactando con la hez de los partidos políticos con las que había repetido hasta la saciedad que jamás lo haría.
En el PSOE, están brotando casos de corrupción más que setas en otoño. Estoy seguro de que si Pedro Sánchez, el “copia tesis”, pusiera un circo le crecerían los enanos.
Rafael Domingo Oslé (2025) propone en "Derecho romano y constitucionalismo global" un orden jurídico mundial inspirado en el cosmopolitismo romano, un ideal que resuena con Benedicto XVI y su llamado a controlar los "poderes ocultos" detrás de los gobiernos (Ratzinger, 2009).
¡Menudo cachondeo se trae el personal con la Oficina de Artes Escénicas, que nunca supo el hermanísimo de Sánchez dónde estaba! No faltan memes al respecto. Hay sobre el asunto más chistes que sobre la tesis falsa del hermano listillo. Y entre los políticos abunda de todo: memes, chistes, mofa, cachondeo, pitorreo, compadreo y evaluación del degenerado enchufismo para un puesto que no le correspondía y para el que no ha dado la talla.
Acaba de empezar la segunda edición del ataque de los zurdos. Se ve que llevan muy mal lo de los micrófonos cuando se les pide respuesta sobre la corrupción del Gobierno, la podredumbre dentro de la familia del felón, las cuentas aparecidas en República Dominicana, el enriquecimiento del portero de puticlubes y su mafia, los dos pisos de señoritas (sic) en Atocha y el protagonismo del ministro Torres, entre otras decenas de casos.
Fomentar la participación de diferentes actores políticos y garantizar la igualdad de oportunidades para todos, implica impulsar la formación y capacitación política, ya que las instituciones democráticas deben ser sólidas y deben erradicar cualquier sesgo de señoritismo para garantizar poderes imparciales que protejan los derechos de todos los ciudadanos y contribuyan al desarrollo de municipios y ciudades.
Continuamos con el examen sobre los casos pendientes que Pedro Sánchez quiere condonar, porque la fetidez de estos puede hacer que le produzca asfixia y acabe con su prepotencia. Con Alfonso Guerra asistimos al vergonzoso episodio de su hermano Juan, llamado el “hermanísimo”. Parece que esta actitud es un signo de identidad del PSOE, pues el hermanísimo de Pedro, David, está imputado hasta en cinco delitos, mejor presuntos, de corrupción y fiscales.
Dudé entre escribir una carta abierta a Vito Quiles y a Bertrand Ndongo o exponer evidentes verdades sobre la izquierda, zurda o siniestra, como ustedes prefieran denominarla. Opté por mi opinión, sin más, que no tiene por qué ser la única, ni la mejor, ni siquiera la más certera. Juzguen ustedes.
Nadie duda que a Begoña Gómez le ha pillado el carro de las falsedades, las mentiras y los silencios. El presidente puede llegar a ver cómo ella es condenada por meter la mano donde no debe y por falsear cuanto la relaciona con la UCM (Universidad Complutense de Madrid), con los viajes a República Dominicana, con el África Cénter, la apropiación indebida y con la extendida trama de Víctor de Aldama y demás aprovechados del erario público.
La cuestión de la corrupción política ha sido puesta en los últimos tiempos en el centro de los debates y en las portadas de los periódicos de todo el mundo, con la esperable excepción de los de mayor tirada en nuestro país, que sólo observan los hechos de corrupción estatal, siempre y cuando provengan de un determinado cuadrante político.
La vida hecha juego. Otra vez. Como si el tiempo no hubiera pasado, pero con nuevos retos, reglas y trampas. Hace tres años reflexioné sobre el paralelismo entre El Juego del Calamar y la situación político-social en España. Ahora, con el estreno de la segunda temporada de esta distopía televisiva, toca revisar si algo ha cambiado. Spoiler: todo sigue igual. La serie, al igual que nuestra realidad, parece condenada a repetirse.
Visto lo visto, con el nombramiento de Teresa Ribera como comisaria de la Comisión Europea, es evidente que la política española se nos ha ido de las manos. Mejor dicho, se le ha ido al Gobierno que, entre las corruptelas y la mafia imperante, tiene paralizado al país, entretenidos a los jueces y con los ministros jugueteando: todos niegan haber recibido comisiones, pero las pruebas de Víctor de Aldama demuestran que sí las han recibido, muchas y gordas.
Dijo Sócrates, antes de tomarse la cicuta, que la verdad se identifica con el bien moral, es decir que quien conozca la verdad no podrá menos que practicar el bien. Por lo tanto, quien conoce lo recto actuará con rectitud y el que hace el mal es por ignorancia. Sin embargo, el siglo XXI ha perforado todos los cimientos de la cultura clásica. Los pilares sobre los que se habrían ido edificando nuestras creencias en favor de la humanidad, han sido dinamitados.
Francisco Paesa, estafador y espía, protagonizó en los años 90 uno de los episodios más estrambóticos relacionados con la corrupción durante la etapa del gobierno de Felipe González. Después de una vida dedicada a negocios con el solo objeto de timar incluso a dirigentes más allá de nuestras fronteras y al espionaje internacional, se involucró en uno de los casos más escandalosos de la época, como fue el del entonces Director General de la Guardia Civil, Luis Roldán.
Hoy vamos a reflexionar sobre un problema político clásico, que ha demostrado no solo estar más vigente que nunca, sino también haberse radicalizado en el caldo decadente de nuestras democracias occidentales. En la historia de nuestras democracias, se ha observado un patrón recurrente: una retórica puritana que clama por la moralidad y la probidad de sus gobernantes, acompañada de una realidad política marcada por el cinismo, la hipocresía y la corrupción.
La procesión del Cristo Moreno ya ha comenzado, pero en el 2024 lo ha hecho con cierto contenido politizado. La muchedumbre de files gritó corruptos a los miembros del poder legislativo y ejecutivo al pasar por el Congreso o por arterias del cercado. Lo fieles no quisieron que el anda entre al parlamento. Dina tuvo que cerrar la plaza mayor para que no le abucheen, pero las masas igual lo hicieron.
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