Cuando nos hemos visto las cejas algo irregulares o con algún hueco, lo teníamos bastante fácil rellenando con un buen lápiz de cejas y maquillaje, evitando muchas veces técnicas definitivas como la micropigmentación, pero ya desde hace unos años viene funcionando, y muy bien, una técnica de tatuaje semipermanente que consigue diseñar las cejas y dejarlas perfectas, naturales pelo a pelo: el microblading.
¿En qué consiste?
Este tatuaje semipermanente se realiza con una pluma que almacena un pigmento que se adapta a tu color natural de cejas y con el que conseguimos un efecto más natural, creando volumen: “Se realiza de forma totalmente manual y su duración es aproximadamente entre 2 y 3 horas, dependiendo del diseño de la ceja en cuestión. Su resultado dura alrededor de doce meses”– nos cuenta Andrea Serrano, director del centro de belleza/medicina estética Mangata.
Conviene además conocer las diferencias entre el microblading y la micropigmentación. La gran diferencia entre ambos tratamientos de cejas es que la micropigmentación se considera menos natural, ya que se aplica como si fuera un sombreado general de la ceja con el demógrafo, y el microblading, al ser pelo a pelo genera un efecto de relieve muy real.
Ventajas del microblading para cejas
Entre los beneficios que tiene el microblading está el de aumentar la densidad de las cejas, más naturales y realistas adaptadas a nuestro rostro, conseguir la durabilidad perfecta con una rápida curación tras el tratamiento y sobre todo, poder prescindir de maquillaje, ya que no sería necesario marcarlas durante una larga temporada: “Antes de hacer nada, hay que concertar una entrevista previa para saber los hábitos de maquillaje y cuidados de la piel de nuestras clientas, para decidir si esta técnica es buena y compatible con ellas” – aclaran desde Mangata.
El microblading también es una técnica muy común en hombres, son muchos los famosos, por ejemplo actores y futbolistas, que recurren a ella para mejorar su aspecto.
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