En la época que media entre las navidades y reyes magos, la figura del bebé Jesús está en boca de todos. Una de las historias bíblicas menciona la masacre de los inocentes, algo que, con diferentes modalidades, protagonistas y razones, se empezó a dar en Perú una quincena antes de Nochebuena. Estas han sido las navidades más violentas y militarizadas de la democracia peruana. Por primera vez en nuestra historia, un nuevo Gobierno civil en su primera quincena ha abaleado a manifestantes asesinando a muchos de ellos.
Sin embargo, el Congreso no ha creado una comisión investigadora ni busca censurar a los protagonistas. La nueva Presidenta pidió a los mismos uniformados que se investiguen entre ellos mismos en su propio foro, y no en el civil. Tal fue la reacción provocada que ella debió pedir disculpas.
No sabemos exactamente cuántos muertos, detenidos o heridos hay. El ministro del interior habló de 22 fallecidos, de los cuales 7 son menores de edades, ocurridos en "actos bélicos". Esto último demuestra que para él no se trata, realmente, de protestas civiles, sino de una guerra total.
La República luego publica la lista de solo 21 nombres, pero también habla de que, además, "Por accidentes de tránsito o hechos vinculados a las protestas en Perú fallecieron 6 personas", con lo que quieren minimizar una parte de ellos para hacer que la cifra se reduzca.
Si se trata de accidentes de tránsito, hay muchos que han muerto por ello en ese periodo. Por ejemplo, dicho diario, el 20/12, informa que perdieron la vida 8 personas que iban en un bus en Chumbivilcas cuando este buscó una vía que no estuviese bloqueada.
El Popular llegó a informar de un muerto tras protestas en Lima, pero luego borró esa nota. Sin embargo, circulan cifras mayores e incluso se habla de desaparecidos. Hace una semana varios medios colombianos reportaban de que "asciende a 30 el número de fallecidos" y a 646 el de heridos (290 policías). Cecilia García informó de 33 muertos en Exitosa Radio TV. Castillo en su juicio oral mencionó de una treintena de asesinado, una veintena de desaparecidos y unos 200 heridos El deber de la prensa peruana debiera ser muy escrupulosa en esas investigaciones. Por el contrario, tratan de ocultar y minimizar los hechos.
Cuando fue la masacre de Tarata en 1992 o la del Vizcatán 2 semanas antes de las elecciones del 06/06/2021, todos los medios la ponían estas en primera palabra, pues buscaban reforzar la "lucha antiterrorista". Igualmente, cuando durante Castillo se produjeron muertos, los grandes diarios colocaron es anota en sus portadas, pero ahora no quieren hablar de ello, pese a que los abaleados son muchas veces más.
Son los medios de EEUU los que más cubren las matanzas. El diario más importante de la ciudad más importante del mundo (The New York Times) puso en su tapa la matanza de Ayacucho justo con la otra noticia importante (el triunfo argentino en el Mundial). En cambio, en Lima la orden de muchas redacciones es "matar" toda noticia que pueda revelar las atrocidades.
Boluarte, en vez de renunciar o cambiar su equipo, ha decidido preservarse y premiar a su ministro de defensa Otárola, convirtiéndolo en Premier. Dina y la ultraderecha al endosarse mutuamente se autodinamitan. La indignación popular estará en tregua, pero revertirá tras las fiestas.
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