El hombre, históricamente ha estado en una búsqueda, en ocasiones logró el cometido, pero otras siguió en ese camino que lo llevó a otras búsquedas y de manera sucesiva a otros escenarios, entrando así, en un conjunto de ciclos interminables en los que trató de encontrar algo que, parece ser, aún no logra comprender y mucho menos alcanzar.
El proceso de evolución fue y sigue siendo una complejidad tremenda, en este sentido el hombre encontró diferentes maneras para adaptarse y crear un nicho, una familia, un hogar que sostuviera su avance. Pero entonces aparecieron otras especies, mismas que según su pensamiento primitivo, amenazaban lo que ya había creado en lo largo y ancho de su recorrido en la tierra. Después tuvo que luchar con ésas especies y tratar de imponer su fuerza a cualquier precio, sus ideas sin mediar el efecto de las mismas y por último su imagen de valentía y victoria aunque eso significara aplastar a otras especies.
Desde estos ángulos se mueve Avatar 2: el camino del agua del cineasta norteamericano James Cameron, una obra que viene a continuar y creo yo, superar con creces el trabajo que el autor ya había dejado con anterioridad. En esta entrega nos encontramos con que debemos conocer a otras especies que son familia de las que ya conocemos y que también están dispuestas a luchar contra los humanos, en una carrera que lleva a los unos a subsistir y, a los otros por seguir colonizando y devastando lo que venga a su paso, a veces, sin tomar en cuenta que su misma especie está siendo arrollada.
El trabajo de Cameron es siempre para tomar en cuenta, su obra está llena de una fotografía espectacular, de efectos especiales maravillosos, de guiones que por lo general, llevan al género de la ciencia ficción a lo más alto, y es por eso que el cineasta se ha ganado el respeto en la industria desde hace mucho tiempo, y si a ello le agregamos las fábulas y metáforas que suele haber en su obra, nos encontramos con una narrativa muy enriquecida y fríamente trazada.
En esta nueva entrega de Avatar también observamos algo que a mí parecer no pasa tan desapercibido, como en la primera edición, y es que aquí, hay una fuerte crítica a la humanidad, el autor es directo; hay que repensar la situación antes de que sea tarde, ya que, de seguir así, las demás especies que se han separado del ser humano por el miedo a la extinción, terminarán uniéndose contra su especie hasta que ya no quede nada, o hasta que el hombre con su misma mano, se erradique y se lleve de encuentro a sus contemporáneos.
No puedo pasar por alto ya que es bastante tangible el llamado que el cineasta norteamericano hace a las élites políticas, sociales y económicas sobre el adoctrinamiento y el mal uso de la tecnología en espacios que no se debería usar o que al menos, debería respetarse o reducirse su proliferación, por ser éstos lugares en donde diferentes especímenes han hecho su nicho, su vida, su familia y corren el peligro de terminar siendo reducidos a cenizas, y con ello dar paso a un atraso enorme en materia de conservación de la diversidad, que habita en este globo terráqueo.
Para finalizar, me gustaría decir que, la película está hecha para los fanáticos de corazón de la ciencia ficción, y las distopías políticas, hago énfasis en esto ya que, quienes disfruten este tipo de cine encontrarán en esta obra, una maravillosa historia que los dejará pensando en una tercera entrega, y por sobretodo meditando en como tener un poco más de conciencia y empatía sobre los demás seres vivos que comparten junto a nosotros, un espacio en el inmenso planeta tierra.
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