Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | El segmento de plata | Himno | Español | Letra

El himno

Cada vez que escucho tararear el himno nacional español, me invade una especie de vergüenza ajena y una sana envidia por las letras que componen el de otros países
Manuel Montes Cleries
jueves, 19 de enero de 2023, 11:24 h (CET)

Día tras día asistimos, con cierto pudor, a la audición de los diversos himnos nacionales de los países participantes en los distintos torneos. Entre ellos contamos con la participación española en toda suerte de olimpiadas, campeonatos mundiales, europeos e internacionales de todo tipo. En todos ellos los himnos son coreados bien o mal, según la capacidad musical de los participantes. Pero todos lo hacen con denuedo y una especie de orgullo patrio que les dignifica.

    

Cuando suena el himno nacional español los acontecimientos se desarrollan de otra manera. Desde las gradas y desde el tímido canturreo de los protagonistas del evento, se escucha un “chinta-chinta” decepcionante. Para más INRI todo el mundo se olvida de repetir la primera estrofa y se arma un lío descomunal.

    

No es necesario que se cante el himno nacional en todos los eventos, sean de la categoría que sea, como sucede en los Estados Unidos de América. Los yanquis encargan dicha tarea a un cantante de cierto prestigio que, dependiendo de la importancia del acto, puede llegar a ser un artista de primera fila. Me conformaría con que se interpretaran con letra en los partidos internacionales de las diversas selecciones españolas.

    

Hay himnos que me parecen esplendidos. El italiano, el portugués, el francés o el brasileño entre otros. Me emociono al ver con que intensidad y afinamiento cantan los italianos el “Fratelli, fratelli”. Un himno que nació en el 1847 y que no ha perdido identidad ni fuerza con el paso de los años y de los diversos avatares políticos. ¿Porqué los españoles seguimos con un himno incompleto?

    

El himno nacional español deriva de una marcha militar que se compuso solo para música en el año 1770 y que, posteriormente no ha sido capaz de inspirar una letra que sea aceptada por todos los españoles. Puede ser, que les moleste a algunos debido al nombre primitivo de “marcha de granaderos” que derivó en “marcha real”. Seguimos siendo más papistas que el Papa.

    

De otra parte anda por ahí el “Himno de Riego” nacido en enero de 1820 de los cánticos de una columna militar que participó en el pronunciamiento de un teniente coronel de dicho nombre. Se utilizó en su día y se adoptó durante la Segunda República. Como siempre las dos Españas.

     

Creo que los españoles merecemos que algún letrista se estruje las meninges y redacte una letra que recoja el espíritu español sin crear más problemas. Que ya tenemos bastante. Aunque me parece que dicho empeño es casi imposible. En cada español hay un seleccionador nacional, un presidente del gobierno y una especie de temor a estar  de acuerdo con nuestros oponentes políticos. Distintos poetas se han estrujado la sesera para recomendar unos textos que no han alcanzado ningún éxito y apenas han sido tenidos en cuenta.

     

Mientras tanto seguiremos con el “chinta-chinta”. Con lo fácil que es encontrar una letra adecuada. Que se lo pregunten a Shakira y a los cientos de raperos que sacan rimas hasta del Quijote. Esperamos con ansias esos versos que unan a todos los españoles.

Noticias relacionadas

Dicen, y estoy de acuerdo, que el centro es un terreno peligroso electoralmente hablando, y pienso que esto es una realidad, ya que en poco tiempo hemos sido testigos de la debacle de muchos partidos que han apostado por esa posición. También he oído eso de que ser de centro es como todo el mundo dice que se tiene que ser, pero como a nadie le gusta que seas, y también puedo estar de acuerdo.

Ahondando en el pasado de la humanidad, podemos comprobar cómo, desde siempre, las distintas civilizaciones han vivido en la esperanza de otra vida después de la muerte. Por ello han procurado ofrecer a sus difuntos un habitad confortable, al que han rodeado de ese “ajuar” consistente en armas, alimentos, animales de compañía, joyas, ropajes, etc., que les hiciera más llevadero el paso por la “otra vida”.

Blaise Pascal, físico y filósofo francés del siglo XVII, escribe: “Todos los problemas de la humanidad provienen de la incapacidad del hombre de sentarse tranquilamente solo en una habitación”. ¿Qué hará una persona encerrada sola en una habitación? Se sumergirá en sus pensamientos erróneos porque no sabe pensar correctamente y se dejará llevar por las ilusiones de su propia bondad y de la perversidad del resto de los mortales.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto