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Cuatro claves de la digitalización de las pymes en 2023 | |||
La adopción de recursos tecnológicos y el auge de la sistematización de procesos propiciará el alcance de unos objetivos más rápido | |||
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Las inversiones en recursos inteligentes de tipo digital constituyen, en pleno 2023, una de las principales fuerzas deflacionistas a las que pueden recurrir las empresas, especialmente, aquellas de pequeñas y medianas dimensiones. En este sentido, la tecnología marcará la pauta y se posicionará como uno de los activos más determinantes en un punto en el que las organizaciones (con independencia de sus dimensiones o su sector de actividad) ya han modificado sus enfoques. La adopción de recursos tecnológicos y el auge de la sistematización de procesos propiciará el alcance de unos objetivos más rápido. Pero, ¿qué nos espera en 2023 y, en especial, a las pymes y medianas empresas? A continuación, hablamos de cuatro tendencias clave que marcarán un antes y un después en el próximo año. ¡Toma nota! Facturación electrónica: La base de la sistematización y digitalización de procesos internos La facturación electrónica ya está aquí y, de hecho, es una clara muestra de cómo la sistematización de procesos constituye una de las líneas de desarrollo fundamentales. La implementación de recursos para agilizar los procesos digitales internos continuará consolidándose. De hecho, 2023 marcará un punto de inflexión gracias a la entrada en vigor de nuevas disposiciones legales adaptadas a las necesidades del contexto, siendo la Ley Crea y Crece o la Ley Antifraude dos elementos cruciales. La integración de softwares de facturación digital que automaticen los procesos pasará, de forma gradual, de ser algo recomendable, para convertirse, en el futuro, en una condición obligatoria desde el punto de vista legal. En este sentido, hablaremos de una gestión íntegramente digital que, si bien en el pasado se vinculaba casi de forma exclusiva a las empresas de grandes y medianas dimensiones, en 2023 pasará a ser una realidad plenamente fehaciente en el universo de los autónomos y las micropymes. Algunos de los principales factores que propiciarán dicho éxodo tecnológico serán, más allá de la legislación o las implicaciones normativas, la agilización de los procesos productivos, la reducción de los errores humanos, la supresión de las actividades repetitivas o el acceso a mayores garantías en materia de protección. Si a lo largo de la última década hemos podido ver una especial propensión a la adopción de procesos y metodologías fundamentalmente digitales en el marco de las grandes empresas, 2023 será, indiscutiblemente, el año de las pymes. Los pequeños autónomos y empresas introducirán mejoras tecnológicas en el ámbito más literal de sus metodologías internas y, en general, invertirán mayores recursos en la amplificación del alcance de sus operativas y la innovación empresarial.
Minería de datos Una de las tendencias más significativas de los próximos años, será el auge de la minería de datos internos. Gracias a ello, las pequeñas empresas podrán poner a su servicio información estratégica acerca de los procesos y actividades que se desarrollan en sus flujos de trabajo. En un punto en el las cookies de terceros se encuentran en plena depreciación al tiempo que se multiplican las necesidades de personalizar con mayor detalle las experiencias de compra, las pequeñas empresas comenzarán a invertir en la recopilación y minería de sus propios datos para someterlos a procesos de segmentación y extraer la máxima rentabilidad de ellos. La forma en que se llevará a cabo, será a través de la implementación de softwares especializados en la gestión y administración digital que, como podemos ver, cada vez se tornan más presentes dentro de la dimensión de las pequeñas empresas.
2023 será el año de la inversión en los pequeños negocios De acuerdo a la información divulgada a través de IDC España a través de su última Revisión de Predicciones Tecnológicas, las empresas españolas incrementarán sus ratios de inversión en un 3,4% durante el próximo año. Además, dichas inversiones se reflejarán de una forma más directa en la rentabilidad de los negocios. Según las previsiones de dicho informe, se espera que más de la mitad de las empresas que integran el tejido económico español, obtendrán más del 40% de sus ingresos a través de la oferta de servicios digitales.
El Kit digital y la creación web El Kit Digital constituye uno de los resortes más destacados de los fondos Next-Generation de la Unión Europea y contará con un presupuesto total de 3.000 millones de euros. A pesar de que su publicación como tal se hizo el pasado año, la dilatación de las diferentes convocatorias ha hecho que la mayoría de las pymes y medianas empresas españoles inicien sus solicitudes en 2023. De acuerdo con un estudio elaborado por Cosmomedia, la mayor parte de los servicios que se contratarán a través del Programa Kit Digital se insertarán dentro del segmento del marketing digital. De hecho, más de un 60% del total de las contrataciones, se espera que esté destinado a la creación web. Hasta la fecha, se han resuelto más de 100.00 solicitudes, no obstante, dicha cifra crecerá exponencialmente durante 2023, donde se producirá una verdadera explosión en lo que respecta al proceso de digitalización en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas. |
La inteligencia de las máquinas, también conocida como inteligencia artificial (IA), se refiere a la capacidad de los sistemas informáticos para realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana. Esto incluye el aprendizaje, la resolución de problemas, el reconocimiento de patrones, la comprensión del lenguaje y la toma de decisiones.
Aunque todos estamos más que advertidos de lo poco sensato que es subir imágenes y vídeos de menores en redes sociales, por desgracia sigue siendo importante recordarlo. Compartir imágenes de tus hijos en Instagram, Facebook o TikTok puede suponer importantes riesgos para ellos. Exponerles en el medio online entraña peligros que no se deben pasar por alto.
Microsoft ha anunciado el fin del soporte a Windows 10, lo que obliga a muchos usuarios a hacer la migración a Windows 11. Esto, sin duda alguna, aunque pueda resultar un poco impositivo, en realidad se trata de una medida sumamente conveniente por tratarse de un sistema más eficiente y con prestaciones mucho más atractivas.
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