El leer diariamente los periódicos hace que se tenga más agilidad a la hora de encontrar entre las noticias algunas expresiones curiosas, que no alcanzas a comprender, o, a contario sensu, las interpretas con una claridad meridiana. En realidad son metáforas, más o menos felices, más o menos verosímiles.
En el ABC de hoy 27 de enero de 2023, acabo de leer que en un pleno del Ayuntamiento de Córdoba, la edil comunista Alba Doblas, defendiendo las nefastas derivas de la ley del “Sí es sí” (¡vaya bodrio de nombre!) dijo, sin doblarse, que no es problema del texto como tal, sino de la interpretación que de ella hagan los magistrados de los que hay una minoría que tienen yugos, flechas y gaviotas debajo de las togas. De la lectura de lo que antecede, deduzco las siguientes conclusiones.
PRIMERA. Esta señora, por lo que dice, le habrá levantado la toga a todos los magistrados, para mirar lo que hay debajo; espero que, por su juventud, no le habrá costado mucho doblarse. También supongo que los magistrados, dóciles, la habrán dejado hacer sin presentar resistencia.
SEGUNDA. Como la señora Doblas ha explicado con todo lujo de detalles, lo que ha visto en esa minoría, habrá que deducir lógicamente que en la mayoría (aunque no lo ha confesado) habrá visto otras cosas diferentes. ¿Serán hoces y martillo, osos y checas? Supongo que sí, porque eso es lo que gusta a los comunistas.
TERCERA. Y como la señora concejala cobra del Ayuntamiento un nada despreciable sueldo, que sale de nuestros impuestos, yo creo que se debería ocupar (lo mismo que los concejales de todos los partidos)de las funciones propias de ese cargo; es decir, de promover el desarrollo del municipio dentro de las áreas de cultura, sanidad, transportes, economía, hacienda, parques y jardines, obras públicas, etc.; y dejarse de hacer proclamas ideológicas que deben reservar para otros foros. Y, por supuesto, respetar a las instituciones.
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