Con el 23 a la espalda, como el mítico dorsal de Michael Jordan, se retirará Pablo Lima, pues lo hará tras 23 temporadas como proesional y en el año 2023. Dicho así suena triste, porque lo es, porque nunca gusta dar este tipo de noticias en las que un grande de este deporte (que también lo es) cuelgue la pala, pero ha decidido que es su momento.
Eso sí, tendremos hasta el final de una maratoniana temporada para disfrutarle y aprender de él cada partido, porque se va pero nos deja con un buen número de enseñanzas sobre cómo sufrir y pelear por este deporte, como ser una persona tranquila y muy familiar fuera de la pista y cómo transformarse en cuanto cruza la puerta.
Y es que si algo ha caracterizado a este brasileño de Porto Alegre ha sido, además del cañón que tiene en su brazo izquierdo, el hecho de que nunca ha negociado el esfuerzo, nunca ha dudado en tirarse a por una bola sea un punto importante o el primero del partido, le ha dado lo mismo.
Esa pelea y esa ''sangre caliente'' que siempre ha demostrado en el 20x10 las ha contagiado a muchos, compañeros incluidos, siendo míticas las batallas que junto a Juani Mieres, con quien vivió la época de 'Los Príncipes' peleando ante Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín casi en cada torneo, manteniéndose siempre a la sombra de los títulos de los dos argentinos (aunque con alguna que otra victoria ante ellos) pero creciendo constantemente. Y tanto con Mieres como posteriormente con el propio 'Bela' viviría su época dorada, ya que se mantuvo junto al de Pehuajó prácticamente cuatro años como número 1 del mundo (entre 2015 y 2019) a pesar de las lesiones, sabiendo mostrarse siempre alejado de los focos pero consiguiendo el reconocimiento que un jugador como él, con casi 70 títulos como profesional (68 a día de hoy y 37 junto a 'Bela'), merece, pues es también, de largo, el mejor jugador de la historia de Brasil.
Padre de familia, esposo, compañero y una de las voces más reconocidas de este deporte. Lima es esencia pura por la forma que tiene de jugar, porque tanto con Ale Galán como con Franco Stupaczuk, Paquito Navarro, Javi Ruiz o Marcello Jardim (y ahora seguro que también con 'Coki' Nieto) su esfuerzo ha sido innegable y ha levantado al público en más de una ocasión.
Un jugador diferente, no de los virtuosos ni de los que acumulan golpes magistrales, pero sí de los que hacen equipo, de los que reman siempre hacia delante y consiguen levantar un partido cuando más complicado está. El pádel perderá garra, trabajo y sacrificio sin su figura, por lo que será necesario un reconocimiento a su altura.
Gracias por tu enorme pádel, gracias por tu pelea y la motivación que demuestras en cada partido o entrenamiento, algo que seguro el público sabrá valorar en cada una de tus próximas actuaciones. Ojalá este año puedas levantar, como mínimo, otro título más. Gracias por todo, Pablo.
|