Todos aquellos que dudasen del proyecto de Arturo Coello y Agustín Tapia ya pueden bajarse del barco. Si por separado eran buenos, juntos han demostrado, en toda una cita Master, que pueden volar, que son capaces de cabalgar desbocados contra todo y contra todos y que ni siquiera los nº1 les pueden frenar.
Porque delante, en la gran final, tenían a los rivales ante los que todo el mundo quería verles, Ale Galán y Juan Lebrón (tanto a ellos como a la dupla Stupaczuk - Di Nenno) para testear sensaciones, comprobar cómo manejarían la presión de pelear por un título y hacerlo además ante una dupla sin apenas fisuras, que te obliga a hilar muy fino y a no equivocarte apenas, una pareja que, a la mínima que te descuidas, se ha puesto por delante en el marcador y te arrolla en el partido. Y ambos, pese a su juventud y poco tiempo de vuelo conjunto, han respondido sobradamente.
El choque se anunciaba titánico, y así fue en los primeros compases del set inicial...y en los últimos, porque si unos golpeaban, los otros respondían con la misma pólvora. A pesar de la rotura en el quinto juego del vallisoletano y el argentino, la cual les ponían por delante, supieron tirar de tranquilidad y prudencia los nº1 para esperar su momento, algo que llegaría en el duodécimo juego, donde igualaron y forzaron, in extremis, el tie break.
Sin embargo, en la muerte súbita empezarían mejor los dos jóvenes, aprovechando siempre sus opciones y no poniéndose nunca nerviosos, cogiendo incluso cierta distancia que, al igual que ocurriría en el set, se vería minimizada por el andaluz y el madrileño aunque no lo suficiente esta vez, lo que les pondría en bandeja a Coello y Tapia el primer parcial.
Un toque de atención a los de Mariano Amat que, a pesar de los intentos del técnico por volver a meterles en el partido, haría que saliesen noqueados, pues todas las virtudes de Arturo y Agus se transformaron un un parcial de 0-4 más que destacado y sorprendente por los rivales que tenían delante.
Despertaban a base de las constantes bofetadas Ale y Juan para acercarse ligeramente (2-4) pero ahí quedó su reacción, pues rápidamente los pupilos capitaneados por Gustavo Pratto ponían el 2-5 y luego, en medio de un aplauso generalizado y gracias a un remate en suspensión de Coello, el 6-7 y 3-6. Llegar, ver y vencer para ellos, haciendo historia y levantando su primer torneo en su primera puesta de largo oficial y también su primer Master.
No cabe duda que este título ha sido un curso acelerado para ellos. Lo han tenido bastante sencillo durante todo el torneo y no sabemos si la victoria les llega demasiado pronto como para ponerles más clara la pelea de tú a tú contra Galán y Lebrón o si puede ser un acelerón excesivamente rápido. ¿Cuál de las dos ideas tendrá más peso? Solo el tiempo nos lo dirá.
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