La moción de censura es un instrumento por el que el Congreso de los Diputados puede exigir responsabilidades políticas al Gobierno. Desde la restauración de la democracia en España ha sido utilizada en menos de una decena de ocasiones, y tan sólo en una ha triunfado, la presentó el PSOE contra Mariano Rajoy y, con el apoyo, entre otros de Podemos y vascos y catalanes, descabalgaron del poder al entonces líder del Partido Popular. Para poder presentar la moción de censura se requiere la firma de un mínimo del 10 % de los parlamentarios, y debe proponer un candidato a Presidente de Gobierno para el caso que la moción triunfe.
En esta ocasión ha sido VOX, la extrema derecha, quien la presentó el pasado lunes proponiendo como Presidente del Gobierno a Ramón Tamames, recuperando así a una vieja gloria de la política para tomar las riendas de un nuevo gobierno auspiciado por los ultras, contrarios a la democracia pero expertos en hacer uso de ella. No podemos olvidar que el nazismo llegó al poder mediante las urnas.
VOX ya presentó una moción de censura que fracasó, ahora lo vuelven a intentar, hace unos meses Abascal conectó con Inés Arrimadas, de C’s y con Cayetana Álvarez de Toledo, del PP, con el fin de contar con sus formaciones para la presentación de una nueva moción proponiendo un candidato independiente. Estas conversaciones no llegaron a buen puerto y la cuestión pareció quedar aparcada, pero hace unas semanas volvieron a surgir nuevos rumores sobre el tema apareciendo el nombre de Tamames como candidato a encabezar un gobierno nacido del pensamiento en blanco y negro de la extrema derecha parlamentaria. Finalmente el viejo catedrático dio el si y su nombre es el que VOX, seguidores del franquismo, defenderán en tribuna parlamentaria como substituto de Pedro Sánchez.
Si a veces las sesiones del Congreso parecen un circo esta vez el espectáculo está garantizado. Tamames, un antiguo comunista, en prisión durante la dictadura franquista por ir contra ésta, miembro destacado del Partido Comunista de España en el que entró de la mano de Semprún y Pradera, autor de manuales de Economía que han enseñado la materia a miles de universitarios, en los que crítico el sistema capitalista y autor de una frase que hoy nos hace reír: ”El Muro de Berlín fue construido para evitar que los que vivían en el oeste cruzaran al lado comunista”. Un personaje esperpéntico que inició su viaje en la izquierda, el PCE, para acabar en la extrema derecha, habiendo pasado por el CDS de Adolfo Suárez. No es el único que en medio del viaje político ha cambiado de chaqueta y de ideología, A raíz del golpe del 23-F su nombre apareció como ministro de Economía en la lista que el golpista Armada quería proponer.
La moción de censura está abocada al fracaso, el PP ya ha anunciado que se abstendrá. Es el eterno “no pero sí” en el que se debate la derecha extrema española, les gustaría poder votar afirmativamente y poder gobernar junto con las mesnadas de Abascal, pero el miedo les hace guardar la viña y esperaran a ver si VOX se hunde y ellos recogen a sus votantes como esperan hacer con los de C’s. Los matones de extrema derecha les vienen muy bien para poder amedrentar a los votantes con el miedo al “papus” de la extrema derecha que puede venir, pero no quieren que el votante les identifique con ellos aunque los ideales y la ideología sean los mismos, ellos los disfrazan mientras los otros no lo ocultan.
Y el PSOE se frota las manos porque esta moción que, seguramente, se votará en campaña preelectoral, les servirá, también a ellos, para pedir el voto a los ciudadanos bajo el miedo a que llegué la extrema derecha con su España en blanco y negro.
|