Para un intérprete tan vinculado al mundo del teatro como Nacho Sánchez, el cortometraje ha sido «una escuela preciosa, una práctica que te permite probar con un poco menos de presión», ha señalado momentos antes de recibir el Roel de Actor del Siglo XXI en la 36 Semana de Cine de Medina del Campo. En un año en el que se ha convertido en uno de los rostros del cine del momento gracias a su trabajo en Mantícora, de Carlos Vermut, ha defendido el formato breve: «A nivel de libertad, el corto no tiene nada que envidiar al largo». A él le ha servido como preparación para lo que vendría después, porque, como ha declarado: «el teatro y el cine son primos, pero no llegan a ser hermanos».
Sobre ese trabajo complejo que le ha valido la nominación a los Goya, ha subrayado que cualquier actor de su entorno al que le llegase un guion así lo aceptaría sin dudarlo. «Es un personaje al que en la vida no acompañarías nunca, que produce rechazo», pero con Carlos Vermut tenía la garantía de que «no iba a ser un personaje trazado a brocha gorda». El resultado, ha ensalzado, es «una película difícil de ver, muy valiente», dirigida a «un espectador inteligente», en la que él ha tenido que hacer «un trabajo de contención».
Tras haber tocado ya todos los palos de la interpretación, Nacho Sánchez no se inclina por uno en concreto, porque lo que realmente le motiva son «los proyectos», más en un momento en el que las artes se fusionan y las fronteras entre ellas «son más líquidas». «Todo está cambiando y desde la interpretación también», ha resaltado. Entre sus proyectos inmediatos, ha avanzado que prepara con su compañía, Los Números Imaginarios, «un auto sacramental de La Vida es sueño», que supone «una revisión del texto que no tiene nada que ver con el original».
El actor ha recordado sus inicios en el teatro en Ávila, donde comenzó, cuando solo tenía ochos años y gracias al impulso de sus padres, en el único grupo que existía por entonces en la ciudad y en el que permaneció hasta los dieciocho. Su primera profesora, hoy amiga, puso el germen para que surgieran otras compañías. «Gracias a eso estoy aquí», ha reconocido, aunque para continuar con su carrera tuviese que trasladarse a Madrid. «Si no hay tejido, la gente se tiene que ir fuera. Nos vamos a ciudades grandes, donde nos encontramos gente de toda España. Sería fundamental poner la atención ahí, crear referentes», ha reivindicado.
Premio Feroz por su trabajo en Mantícora, de Carlos Vermut, Nacho Sánchez ha recibido el Roel de Actor del Siglo XXI de Medina del Campo como un reconocimiento que «da fuerza, pero pone un poco de presión» por la lista de galardonados anteriormente, entre los que figuran Javier Gutiérrez, Álvaro Cervantes, Luis Callejo, Fernando Cayo o Andrés Gertrúdix. «Te va a tocar seguir esa trayectoria para no dejarnos mal», le ha sugerido el director de la SECIME, Emiliano Allende, en la rueda de prensa previa a la entrega del galardón.
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