El Bayern de Múnich ha cumplido con su cometido en el Allianz Arena (1-0) al conseguir una victoria por la mínima ante el Benfica en el duelo de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones, en un encuentro que resolvió un solitario tanto del chileno Arturo Vidal en los primeros minutos.
Pese al triunfo previsible de los muniqueses, el conjunto luso puede darse por satisfecho después de plantar cara contra uno de los favoritos en la competición, ya que salió con vida en su retorno a la élite europea y el Estádio da Luz dictará sentencia a la hora de certificar el pase a semifinales de uno de los dos equipos. La persistencia germana en ataque se vio enmascarada por su falta de puntería, que impedirá que afronten la vuelta con un ápice de relajación, mientras que los ibéricos dispondrán de una oportunidad de oro en casa para darle la vuelta al resultado.
El Bayern salió en tromba y encontró la suerte del gol a las primeras de cambio. Tras una gran jugada por el costado zurdo, un amplio número de jugadores locales se internaron en el área rival en busca del remate, un esférico que se topó con la cabeza de Vidal, que sorprendió llegando desde atrás antes de que los espectadores hubieran tenido tiempo de ubicarse en sus asientos.
Al igual que en los octavos frente a la Juventus, la ronda se le puso muy de cara a los germanos de forma muy temprana. No obstante, en esta ocasión los bávaros pusieron todo su empeño en mantener la compostura que perdieron contra los italianos, especialmente metidos en el choque como remedio para ahuyentar a los fantasmas de Turín.
El conjunto alemán arrancó con la mentalidad de pasar por encima del Benfica, acumulando numerosos efectivos en sus ataques, con un Vidal omnipresente en el césped y un Ribéry especialmente expeditivo por la izquierda, que se convirtió en la pesadilla de su marcador en la noche de este martes.
Con Müller, Lewandowski, Douglas Costa y el propio Ribéry de inicio, Guardiola pretendió inquietar a la zaga lusa, que tanto alabó en la previa del encuentro, disponiendo de un gran arsenal ofensivo que metió la directa hacia la meta defendida por Ederson, que tuvo que sudar más de lo habitual para frenar el empuje rival.
LEWANDOWSKI PERDONA LA PUNTILLA A pesar del dominio local, las llegadas portuguesas, que pudieron apreciarse con cuentagotas, gozaron de una claridad abrumadora. De hecho, los futbolistas del club lisboeta reclamaron reiteradamente un penalti a su favor después de que el capitán de los de Múnich, Philipp Lahm, cortara un balón con la mano desde el suelo cuando se lanzó a cortar un centro, una jugada en la que el colegiado no vio nada punible.
La escasa efectividad de cara a puerta de los campeones de la Bundesliga propició que el cuadro de Rui Vitória llegara al tramo final con opciones. A pesar de que el Bayern cumplió con su rol de favorito en esta 'Champions', los visitantes no se dieron por satisfechos con el 1-0 y se prodigaron hacia el área rival a base de envíos lejanos y balones parados.
La soltura ofensiva lisboeta, lejos de hacer peligrar el triunfo de los de Guardiola, originó mayores espacios sobre el terreno de juego, en beneficio de un Lewandowski cuyo olfato goleador ansió el tanto que aportara tranquilidad a los suyos, en una en la que las botas del polaco no se mostraron tan precisas como acostumbran. El choque llegó a su fin en un compendio de insistentes ocasiones con sabor alemán que, pese a la constancia, no encontraron fortuna.
FICHA TÉCNICA. --RESULTADO: BAYERN DE MÚNICH, 1 - BENFICA, 0. (1-0, al descanso). --ALINEACIONES: BAYERN DE MÚNICH: Neuer, Lahm, Kimmich (Javi Martínez, min.60), Bernat, Alaba, Vidal, Thiago Alcántara, Douglas Costa (Coman, min.70), Ribéry, Müller (Götze, min.85) y Lewandowski.
BENFICA: Ederson, Almeida, Lindelöf, Jardel, Eliseu, Fejsa, Renato, Pizzi (Samaris, min.90+), Gaitán, Jonas (Salvio, min.83) y Mitroglou (Raúl Jiménez, min.70).
--GOL: 1-0, min. 2, Vidal. --ÁRBITRO: Szymon Marciniak (POL). Amonestó a Ribéry (min. 22) y a Bernat (min. 42) por parte del Bayern de Múnich y a Jonas (min. 58) y a Lindelöf (min. 62) por parte del Benfica.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.