En la edición del reality de la primera de TVE que se está emitiendo en esta temporada, hemos podido presenciar la participación de un concursante insólito. Se trata de Fray Marcos, un dominico venezolano que viene avalado por una sólida formación intelectual, licenciado en teología, filosofía y comunicación social, que ha podido mostrar el talante y el talento de un religioso moderno que ha seguido al pie de la letra el consejo del Papa Francisco: Todos nosotros, sin excluir a nadie, estamos llamados a salir de nuestras zonas de confort y a tener el valor de llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio". Mi buena noticia de hoy me la ha transmitido la actitud de este excelente fraile-cocinero (no sé si ha sido primero cocinero o fraile), que ha puesto un punto de paz en medio de unos concursantes enfrentados por los recelos y la lucha por el triunfo. En medio de un conglomerado de gente con antecedentes y vidas muy dispares, de actitudes vitales bastante separadas de la ortodoxia moral, ha sabido transmitir un rayo de luz y de esperanza en un pequeño mundo al que ha dejado un tanto más amable y solidario. A lo largo de una serie de programas ha sabido mantener una actitud serena y cercana a todos sus compañeros. Sin hacer distinción de ningún tipo, ni poner una mala cara o un reparo al duro tratamiento al que a veces era sometido. Ha podido superar el rechazo inicial por parte de la mayoría de los concursantes que le catalogaban como un bicho raro. Poco a poco a sabido imprimir su “bendecir” (bien decir) a todos y cada uno de ellos sin olvidar a su comunidad, a la que añoraba y recordaba en los momentos difíciles. Me ha hecho recordar al profeta Elías que buscaba a Dios desesperadamente y relata como “el Señor no estaba en el huracán, en el terremoto o en el fuego, sino que estaba en aquel susurro de brisa suave: en la paz”. Fray Marcos ha sido una especie de luz, diferente de la que emana de los focos, no una luz que deslumbra, sino una luz que alumbra en la oscuridad de los sentimientos encontrados. Una brisa suave y refrescante entre una algarabía de luchas y de denuncias internas. Ha sabido ganar y perder. Renunciar al privilegio que le hubiera permitido permanecer una semana más en el programa y aceptar con humildad y una sonrisa el desenlace que le ha hecho abandonar el concurso. Dicen que la Iglesia Católica del futuro se basará en los cristianos procedentes de América y de África. Creo que llevan razón. El Papa Francisco y Fray Marcos son un buen testimonio de ello. Gracias hermano Marcos. Eres una excelente persona que transmite con eficacia la Buena Noticia.
|