La Jefa del Área de Calidad de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Júcar, O.A., Marta Mañá, acompañada de otros técnicos, se han trasladado esta semana hasta Ontinyent para visitar las obras del nuevo colector general, de algo más de 2.172 metros de longitud, que discurre junto al río Clariano y que se ha dotado de un total de cinco aliviaderos y de un muro de protección de escollera de más de dos kilómetros lineales.
La solución planteada en este proyecto para asegurar la correcta evacuación de los excedentes de aguas pluviales procedentes de la red de saneamiento consiste en la instalación en dichos aliviaderos de equipos de desbaste automático, que funcionan autopropulsados y que logran filtrar el agua de forma automática empleando para ello la fuerza generada por la propia agua que se alivia.
Para ello, el equipo va provisto de una turbina que, mediante una transmisión de engranajes y correa dentada, acciona un carrusel de cepillo que se encarga de limpiar la superficie del tambor del tamiz. El proceso de limpieza plantea una solución muy eficaz que retiene todos los sólidos (en especial toallitas y otros productos de higiene personal no biodegradables) impidiendo así que lleguen al río Clariano, signo de identidad de Ontinyent, que presenta un alto valor ecológico y paisajístico.
El diseño de este sistema ha estado supervisado en todo momento por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Marta Mañá se ha mostrado durante la visita muy satisfecha con los resultados obtenidos. “Los sistemas de saneamiento unitarios reciben las aguas residuales y además, cuando llueve, las aguas pluviales, con lo cual estos sistemas no tienen capacidad suficiente para llevar todo el caudal de aguas residuales más el de pluviales, por lo que se producen desbordamientos. Este sistema retiene no solo los sólidos procedentes de las aguas residuales, sino también los que tienen su origen en otros usos urbanos, es decir, los sólidos que arrastran las lluvias”, ha señalado.
Cinco aliviaderos y un desarenador
En la actuación se han proyectado un total de cinco aliviaderos, a lo largo de todo el recorrido del colector, para asegurar la correcta evacuación de los excedentes de aguas pluviales. Cada aliviadero consiste en una estructura de hormigón armado en el que se instalan dos tamices autolimpiantes, en acero inoxidable con capacidad para filtrar un caudal nominal de 300 litros por segundo.
Los sólidos son barridos por los cepillos y depositados, fuera del tambor, en una placa oscilante que los devuelve al caudal principal del canal. El sistema de turbina-carrusel de limpieza se pone automáticamente en funcionamiento en cuanto el nivel del agua alcanza la cota del labio de apoyo del tamiz y empieza a aliviar.
Cada aliviadero consta de sensores de nivel y control, que permitirán la monitorización de los alivios. Este sistema está configurado tanto para registrar los episodios de alivio como para emitir señales de alarma, que se centralizan en la EDAR de Ontinyent-Agullent y que se reciben en dispositivos móviles, lo que permite coordinar intervenciones de forma rápida y eficaz. Esta plataforma está asociada a la AEMET informando al mismo tiempo de la pluviometría en la zona, puesto que dichos aliviaderos están construidos precisamente para aliviar durante episodios de lluvia.
Las obras también incluyen la construcción de un desarenador junto al aliviadero número 5, cuya finalidad esencial es asegurar que el colector no se ciegue ni sufra aterramientos a la entrada de la depuradora de Ontinyent Agullent.
En episodios de lluvias las aguas pluviales arrastran materiales sólidos, arenas y gravas hasta las redes de saneamiento y, dado que son unitarias, estos arrastres llegan a los colectores. Para evitar que el acúmulo de estos elementos llegue a colapsar y taponar el colector, junto al aliviadero número 5, se ha ejecutado un desarenador que consta de un pozo de gruesos de 5,66 metros de profundidad. Además, dispone de una cuchara electro-hidráulica para la limpieza y extracción de arenas, cascotes, piedras y todos los elementos retenidos. Así mismo, está previsto un canal de desbaste donde se ubicará un limpiarrejas automático, una reja manual y un transportador compactado sinfín.
Otras actuaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar en Ontinyent
Cabe recordar que esta obra viene a complementar el conjunto de actuaciones que la Confederación está desarrollando en el tramo urbano entre el Pont Vell y el Pont Nou de la localidad y que tienen el objetivo de crear una zona inundable para mejorar la resiliencia frente a avenidas, generar una nueva zona de uso lúdico para la población y eliminar las especies exóticas invasoras del cauce para recuperar el bosque de ribera.
Un proyecto enmarcado en el vigente Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, instrumentado en el seno del protocolo suscrito a principios de 2020 entre la Confederación y el Ayuntamiento de Ontinyent, que cuenta con un presupuesto de alrededor de 600.000 euros y abarca una superficie que ronda los 30.000 metros cuadrados, con una longitud fluvial de 575 metros.
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