El teatro nos aporta conciencia, sensibilidad, libertad... nos permite volar. Eso es el teatro y especialmente el teatro musical. Especialmente la producción teatral es como un iceberg, en el que los espectadores y espectadoras solo vemos la punta de todo (lo visible), pero los cimientos que hacen que no se tambalee ese todo están sumergidos en la parte escondida (lo invisible).
Ese jueves, que estaba en Madrid decidí asistir al musical, que tanta fama llevaba y que me recomendaron, “Mi amigo Hormiga. El Musical”.
Una obra de Diego Oria y que tras la pandemia fue la primera serie que se rodó y ganó numerosos premios.
Ahora el musical está de gira por las principales capitales de España y está dirigido por la gran Coral Antón.
El teatro estaba repleto, todas las entradas vendidas y yo me siento al lado, preparado para hacer una reseña de la obra. A mi lado un joven de barba y de conversación agradable me saluda. La obra me cautiva y, sin saber cómo comienzo a hablar con mi compañero de asiento:
- Seguro que el productor es un experimentado productor- le digo. - ¿Qué le hace pensar eso? - me responde el compañero de butaca. - Ya se sabe que el talento no abunda en la gente joven actual. - Eso no lo sé, pero si me permite, ¿me puedo presentar? - Por supuesto, yo me llamo José Luis Ortiz y ¿tú? - Encantado, yo soy Alberto Coca y soy el productor ¿te gusta la obra?
Fue entonces cuando comprendí mi error y quizás, los prejuicios, me llevaron al error. Lo obra era magistral y con una sencillez que te cautivaba desde el primer momento. Este error condujo a una incipiente y entrañable entrevista que se selló con esta entrevista en la que también participa el gran Diego Oria y que se adjunta a continuación.
Una obra que se espera en breve estrenar en Londres y en Roma, tras su éxito continuado en España.
1- ¿Quién es Alberto Coca y Diego Oria? A.C.: Yo diría que Alberto Coca es un soñador inquieto.
D.O.: Diego Oria es una persona bastante inquieta que le gusta hacer cosas en donde estén involucradas muchas otras personas que a la vez estén en la misma vibración y motivación que uno.
2-¿Qué hace un productor teatral? A.C.:La pregunta sería “qué no hace” un productor teatral jajaja. Desde preparar castings, hasta buscar teatros, financiación; preparar la escenografía o subirse a la escalera a colocar bien los focos.
D.O.: Creo que ya te ha contestado Alberto, pues imagínate con quince musicales dispersos por todo el mundo... Sólo puedo aportar que un productor hace que las cosas sucedan y es el que soluciona los obstáculos inclusive mientras esas cosas suceden.
3-¿Dónde y cómo comenzastéis? A.C.: Nosotros nos conocimos en 2019, en un taller que impartió Diego en Madrid y desde ese día surgió una conexión muy fuerte que nos ha llevado a tener varios proyectos en común. Es cierto que yo había formado parte de departamentos de producción pero nunca como productor general. Por lo que agradezco la plena confianza de Diego Oria en ofrecerme esta posibilidad de dar vida desde cero a su obra en este lado del Atlántico.
D.O.: Comencé en la ciudad de Buenos Aires cuando tenía 17 años. Empecé siendo actor, pasé por cientos talleres hasta que ingresé a la escuela de teatro musical de Julio Bocca. Ese mismo año sufrí un incidente donde un policía ebrio me dispara y casi pierdo la vida y a partir de ahí después de varias operaciones empecé a escribir a dirigir, a dar clases, y entendía el arte como un espacio para poder transformar dolores empezando por el mío y compartiendo distintas miradas del mundo.
4-¿Qué os ha dado el teatro? A.C.: El teatro me ha dado momentos maravillosos en mi vida. Para mí, la felicidad está en hacer sentir a las personas que vienen a vernos, a conectar con nuestras historias. Saber que nuestro trabajo de meses causa en el espectador una idea, un sentimiento o un deseo es la mayor de las satisfacciones.
D.O.: El teatro me ha dado la posibilidad de viajar de conocer gente de descubrir mis habilidades y potenciar mis virtudes, de pulir mis defectos, me ha dado la posibilidad de emocionarme y descubrir quién soy.
5-¿Y qué os ha quitado? A.C.: Yo creo que “quitar” es una palabra muy fuerte. En el fondo es una opción de vida. Cuando te sumerges en el mundo del teatro eres conocedor de lo exigente y sacrificado que es. En el fondo, lo que más le he entregado al teatro ha sido tiempo de estar con mi familia, mis amigos y sobre todo, dejar atrás Córdoba para venir a Madrid.
D.O.: Me ha dado vida lejos de quitarme nada. Si lo vemos como algo objetivo tiempo para hacer otras cosas pero no lo veo como algo malo básicamente porque el teatro elige no sería esa esa posibilidad
6-¿Qué es lo que más os apasiona de vuestra profesión? A.C.: El avanzar paso a paso desde cero y ver cómo se va construyendo la obra. Para mí, lo más apasionante es el “partido a partido” que diría el Cholo Simeone. La producción es una carrera de fondo con salto de obstáculos. Tienes que llegar a la fecha de estreno con todo listo, preparado y el camino está siempre lleno de escollos, sobresaltos y contratiempos. Es apasionante el tener que afrontar esos retos día a día.
D.O.: A mí lo que más me apasiona esta profesión es ser parte de equipos creativos de poder ayudar a otros a que puedan realizarse como profesionales me apasiona la docencia, la escritura , el poder pensar en un cuaderno con un boli un proyecto y que ese proyecto a los meses o a los años se haga realidad y que mucha gente del teatro se emocione y se ria. Esa pasión tiene que ver con con generar un pensamiento positivo paralelo que te hace resignificar tal vez ciertas cosas que la vida te ofrece y especialmente el teatro te invita a ser mejor persona 7-¿Recordáis alguna persona que os haya marcado significativamente en vuestra carrera? A.C.: Recuerdo a muchas, muchísimas personas que me han marcado. Desde mis primeros compañeros y directores de “Emily, La Eterna Prometida, El Musical” hasta mi equipo de Mi Amigo Hormiga. No obstante, si tengo que remarcar una persona, curiosamente, no sé su nombre. Fue una señora que se nos acercó tras la función de Emily en Cáceres. Yo no me lo esperaba pero vino a mí y me dijo que llevaba mucho tiempo triste por el fallecimiento de su marido y que ese día había disfrutado y reído. Sonrió, me dió las gracias y a mí me hizo darme cuenta de lo grande que es nuestro mundo y fue lo que me hizo querer dedicarme profesionalmente.
D.O.: Hay una persona que cambió mi vida en el teatro llamada Santiago Dorian de Australia que es un gran maestro de teatro que me hizo entender a este espacio como una caricia para el alma y cuando yo venía de sus primeras audiciones. Fue él el que me abrió las puertas de su teatro para poder conectar con la verdadera misión que tiene este espacio que es poder descubrir sé quién es uno mismo.
8-¿Cómo ha cambiado esta profesión a lo largo de los años? A.C..: No sé, no contesta (bromea).
D.O.: Y que ha cambiado en estos tiempo en las formas tal vez la maneras de la comunicación, la inmediatez . Todo es ahora y quizás antes había más tiempo para los procesos artísticos para los procesos de ensayo.
9-¿Se puede vivir (bien) de esta profesión? ¿Hay futuro en la producción? A.C..: Yo diría que es bastante complicado. Hay que decir que la producción como cualquier otro negocio conlleva su riesgo y esfuerzo. Para las pequeñas y medianas producciones es muy complicado poder mantenerse de manera autosuficiente ya que los costes de una producción suelen ser muy superiores a los ingresos, al menos hasta que se asienta. El teatro musical es un teatro muy exigente por lo que tienes que alcanzar unos estándares que conllevan una inversión consistente, lo que hace que recuperar y generar beneficios sea bastante complicado. La respuesta es: sí, hay futuro en la producción. La producción es uno de los pilares fundamentales del teatro. Producción es todo lo que no es área artística de un espectáculo: legal, financiero, técnico, utilería, escenografía, proveedores, patrocinios, venta, staff… Somos un gran equipo de personas, en muchas ocasiones más que los actores y actrices, que nos dedicamos a que todo esté a punto para la función. Por ello, siempre que haya una función, una obra, un espectáculo… Habrá un equipo de personas entregado en cuerpo y alma a que todo salga perfecto.
D.O.: Sí, se puede vivir bien primero poniendo en la mesa que es vivir bien. Si vivir bien es solamente lo económico tal vez mi respuesta sea no. Si vivir hacer algo que te apasiona y te invita a seguir creciendo. Algo que te da la posibilidad de estrenar obras en distintos países, conocer gente, potencialmente amiga y poder sentir que perteneces a un equipo donde tu voz está representada, para mí eso es vivir bien. Es el camino para conocer a otras personas cercanas a tus proyectos. La felicidad es más importante que el dinero. Por supuesto que hay futuro hay futuro porque todo está migrando hacia las nuevas tecnologías y la I.A. , series y películas. El teatro es una experiencia irrepetible una vivencia en tiempo real y complicidad con el espectador. Una relación que sólo se puede vivir en vivo y en directo. Por lo tanto el teatro está más vivo que nunca.
10-¿Dónde podemos encontrar a Diego y a Alberto en su tiempo libre? A.C.: ¿Tiempo libre? Ya no recuerdo ni qué es eso (risas). Bueno, siempre que tengo un rato libre lo dedico a mis seres queridos, amigos, familiares, etc… Porque ellos son mi gran apoyo y aunque muchas veces no tengo tiempo para estar con ellos, siempre están dándome su ánimo y cariño. Me encanta pasar tiempo en familia. También, soy muy futbolero y juego con mi equipo todas las semanas, ese ratito no se perdona.
D.O.: Y a mí me pueden encontrar en mis pensamientos en la cancha cuando voy a ver a mi San Lorenzo Almagro aquí en Argentina. Me gusta mucho caminar. Camino cerca de 5 a 6 kilómetros diarios. Cuando el tiempo me lo permite me gusta compartir mi tiempo con mi familia, Belén y mi hija Valentina, que son escasos y que tengo que buscarlos y los busco.
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