La Democracia es, ante todo, LIBERTAD, RESPETO y RESPONSABILIDAD. Cuando se vota se elige a la persona o partido que cada cual entiende que va a llevar mejor a la práctica los tres valores de la Democracia. No se entiende, para empezar, que se humille, que se menosprecie y que se ignore al que, con formas diferentes, quiera alcanzar la meta de una auténtica Democracia. No se entiende, sobre todo, que esas manifestaciones sean hechas por personas pertenecientes al Ejecutivo y con unos curriculum intelectuales reconocidos.
Los insultos y vejaciones nunca serán el lenguaje adecuado para una convivencia sana y respetuosa. Volver al pasado, blanco-negro, rojo-azul, izquierdas-derechas, es no entender el mundo en el que nos ha tocado vivir. No podemos ir de ignorantes; hoy, llegar a tener cierta prosperidad es fácil “si agachas la cabeza y obedeces consignas que, muchas veces, van contra los propios principios”
Muchos socialistas se olvidan que en un Partido no deben existir ególatras populistas, VIVIDORES, en definitiva, sino personas con sentido del SERVICIO al ESTADO y a su pueblo. Nos encontramos en la vorágine, casi desconocida, de lo que llaman INTELIGENCIA ARTIFICIAL...De momento esa INTELIGENCIA comienza a dirigir el mundo, a estructurarle, a cuadricular la educación y modificar la naturaleza animal y vegetal... el HOMBRE pasa a ser un AUTÓMATA dirigido por PODERES ORGANIZADOS DESDE DETERMINADOS HORIZONTES QUE NO LLEGAMOS A COMPRENDER. Reflexionar sobre todo ello, no sólo es necesario sino es la mayor responsabilidad que tiene la sociedad adulta, la única que conoce muy bien el pasado y el daño que generará la ignorancia de las realidades presentes.
SER o NO SER; VIVIR o ARRASTRARSE; SOÑAR u OBNUBILARSE, refugiándose en la imaginación de manera constante, viviéndola más que la realidad... DEBEMOS ELEGIR... EN LIBERTAD.
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