Por Rafael Tamames, presidente de Findasense
¿Te imaginas que la Inteligencia Artificial (IA) sea capaz de contestar a tus correos electrónicos del trabajo antes de comenzar la jornada laboral? ¿Cuánto tiempo podrías dedicar a otras tareas más productivas? En noviembre del año pasado se dio a conocer el invento del desarrollador James Ivings. El proyecto se llama Ellie, una IA implementada por Open IA, los mismos que pusieron en marcha Chat GTP y que es capaz de contestar en Gmail de manera automática. Entonces Ellie estaba en fase de desarrollo y se necesitaba una invitación directa del propio inventor del proyecto.
Como vemos, la IA está transformando rápidamente el mundo laboral, con implicaciones tanto en el sector privado como en la administración pública. Hablamos de ventajas, pero también de desafíos e impacto en el empleo.
La IA puede automatizar procesos, facilitar la gestión de datos, mejorar la imagen de marca y promover la transformación digital. Las tecnologías de IA permiten a las empresas realizar tareas complejas en minutos que antes hubieran llevado semanas. Además, puede mejorar la eficiencia y productividad al realizar tareas repetitivas y rutinarias más rápido y con mayor precisión que los humanos. También puede reducir nuestros errores, mejorar la toma de decisiones al analizar grandes cantidades de datos y personalizar la experiencia del cliente.
A pesar de sus ventajas, la implementación de la IA en una empresa puede requerir una inversión significativa en tecnología y capacitación. Además, si no se tiene una estrategia para extraer los datos de la IA de manera organizada, puede existir un problema en la disponibilidad y calidad de estos datos.
Con todo, la IA tiene el potencial de transformar el empleo. Según un estudio de OpenAI y la Universidad de Pennsylvania, el 80% de la mano de obra de EE.UU podría verse afectada. Sin embargo, también podría generar nuevas oportunidades laborales. Por ejemplo, a medida que las tareas rutinarias se automatizan, los trabajadores pueden centrarse en tareas más estratégicas y creativas. Lamentablemente, en España todavía no disponemos de estudios similares. Hablamos de puestos de trabajo de ingeniero en automatización robótica, auditor de algoritmos, ingeniero de prompts, investigador de IA o experto en procesamiento de lenguaje natural.
Por otro lado, aunque asociemos la IA a más y mejor productividad, caeríamos en un error si no midiéramos el impacto en el estado de ánimo de los empleados. Así, la adopción de la IA puede generar ansiedad entre los trabajadores debido a la preocupación por el posible alto índice de desempleo provocado por las nuevas tecnologías. No saber usar una aplicación, no recibir la formación adecuada, aguantar las risas de algunos compañeros… Sin embargo, también puede abrir nuevas posibilidades, especialmente con tareas más complejas y menos repetitivas. ¿Recuerdas cuando apareció el coche? Los dueños de carruajes que transportaban a viajeros vieron una amenaza directa a su sustento de vida.
Negocio
La IA está creando muchas oportunidades de negocio en España, como la optimización de procesos, la eficiencia energética, el mantenimiento predictivo, la creación de nuevos productos o la mejora de la relación con los clientes. En octubre de 2019, hace ahora cuatro años, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades publicó un mapa que recogía el ecosistema de IA en España. El objetivo del mapa era “fomentar las sinergias entre las entidades españolas y abrir un camino de colaboración europeo e internacional, identificando y visualizando las fortalezas españolas en esta área”. Para ello se recogió “información de instituciones públicas y privadas que desarrollan, investigan, utilizan o prestan servicios con tecnologías IA, tanto a nivel nacional como de comunidades autónomas y provincias”. Según el mapa del ministerio, en 2019 había 235 entidades que desarrollaban y ofrecían servicios de IA (115 empresas, 37 instituciones/Administraciones Públicas, 46 universidades públicas y 37 instituciones privadas sin ánimo de lucro). Sin embargo, estos datos han quedado desfasados.
En las grandes empresas, tipo Ibex 35, la IA ya está jugando un papel importante. Casi todas tienen equipos de big data o IA y muchas tienen un Chief Data Officer. Un informe del Observatorio Español BIDA (Big data, Inteligencia artificial y Data Analytics) de 2019 sobre el uso de inteligencia artificial en empresas del Ibex, señalaba que sólo hay siete empresas que no hacen ninguna mención de inteligencia artificial en sus informes anuales.
El Foro IA en marketing, comunicación y experiencia de cliente (MCX), el primer ‘think tank’ especializado en estos temas es un buen punto de encuentro para profesionales del sector que se ha puesto en marcha este mismo mes. En este sentido, sería bueno aprovechar esta tribuna para poner en valor el esfuerzo pionero de un gran número de empresas.
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