Con la llegada del puente de diciembre aumentan de manera considerable el tráfico y los desplazamientos de vehículos, por lo que durante la conducción hay que tener mucho cuidado, tanto en autopistas como en las carreteras convencionales, las más peligrosas según la DGT.
Para SOTOCAV (Sociedad de Traumatología y Cirugía Ortopédica de la Comunidad Valenciana), las lesiones más frecuentes tras una colisión son las lesiones de columna, sobre todo los latigazos cervicales, una patología que afecta a ocho de cada diez conductores, provocada por un mecanismo de aceleración-desaceleración en accidentes por colisión de vehículos con impacto posterior o lateral, que transmite su energía al cuello.
Según explica el doctor Fernando Corbí, traumatólogo y responsable de la Unidad de Tráfico del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre, “el esguince o latigazo cervical es una lesión muy común que se produce a la altura del cuello y que suelen ser más frecuentes en accidentes por alcance con otro vehículo, es decir, cuando se recibe un golpe por detrás. Tiene lugar por un daño en las vértebras del cuello, que suele requerir uso de collarín, y desemboca en dolores de cabeza, cuello y mareos”.
“Los síntomas más comunes, -tal como explica Matthis Beley, fisioterapeuta de la Unidad de Tráfico del Hospital Vithas Valencia Consuelo-, son dolor a nivel cervical que limita los movimientos del cuello; dolor y/o hormigueo en hombros, brazos o incluso manos; mareos, náuseas, vértigos y dolor de espalda media y/o espalda baja” y hace hincapié en que “dependiendo del contexto del paciente y del tipo de accidente pueden aparecer todos estos síntomas o solo alguno”.
En muchas ocasiones los efectos del latigazo cervical, no se manifiestan inmediatamente pudiendo transcurrir más de 24 horas antes de notar los primeros síntomas, como dolor de cuello, vértigos, mareos y dolor en las extremidades superiores.
Tratamiento
Respecto al tratamiento, el doctor Juan Vicent Vera, cirujano ortopédico y traumatólogo del Hospital Vithas Castellón comenta que “el latigazo cervical es una lesión leve, pero que debe ser tratada por personal cualificado. En la mayoría de los casos se recupera completamente a los 2-3 meses del tratamiento” e indica que “los pacientes no tratados pueden experimentar secuelas hasta en el 15-20% de los casos. Las secuelas más frecuentes son dolor cervical crónico, cefalea, alteraciones sensitivas en los brazos y síndrome vertiginoso”.
Prevención
Para Adrián Zafra, coordinador de la Unidad de Fisioterapia del Hospital Vithas Medimar, “la prevención es esencial para evitar el latigazo cervical en accidentes de tráfico y requiere que le prestemos especial atención al uso correcto del reposacabezas. Este elemento está diseñado precisamente como soporte de seguridad. En este sentido, una vez ocupemos nuestra plaza, debemos tener siempre la cabeza a unos 4 cm de distancia del reposacabezas. Asimismo, los ojos deben estar a la misma altura que la parte más dura del este soporte y el asiento de los ocupantes del vehículo no debe estar reclinado más de 25 grados”.
La rehabilitación y ejercicio post-tratamiento
Tras superar la fase inicial del tratamiento de lesiones como el esguince cervical, el siguiente paso crucial es un programa de rehabilitación efectivo. El Dr. Alex Puertas, traumatólogo del Hospital Vithas Lleida, enfatiza la importancia de estos procesos para garantizar una recuperación completa y duradera. “La rehabilitación no es solo una fase de recuperación, es una oportunidad para fortalecer el cuerpo y prevenir futuras lesiones”, afirma el Dr. Puertas.
El Dr. Puertas también resalta la importancia de programas de rehabilitación diseñados a medida, que incluyen ejercicios de fortalecimiento, técnicas de estiramiento y terapias manuales. “Estos ejercicios no solo ayudan a recuperar la función normal del cuello y la espalda, sino que también juegan un papel crucial en la mejora de la calidad de vida general del paciente”, añade el Dr. Puertas.
Amaxofobia o miedo a conducir
Por su parte, Silvia Ortiz, psicóloga del Hospital Vithas Aguas Vivas y el Centro Médico Vithas Alzira, ha recordado que “haber sufrido accidentes moderados o graves, propios o muy cercanos, puede generar un alto impacto en nuestro sistema de gestión emocional, lo que puede influir negativamente o incluso invalidar nuestra capacidad de subir a un vehículo en mucho tiempo, en este caso el miedo consiste en la idea de poder sufrir un nuevo accidente”.
Ortiz ha indicado que entre los síntomas más habituales que describen los pacientes diagnosticados, encontramos “falta de aire, sudoración, tensión muscular, incluso taquicardias y ansiedad”. El primer paso es “tomar conciencia del problema, contactar con un profesional adecuado e intentar realizar ejercicios de relajación y respiración, para controlar la ansiedad, hasta poder comenzar el tratamiento”.
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