El próximo 9 de diciembre se estrena en el Auditorio Paco de Lucía de Alcobendas la comedia lírica “El Café de la Rima Ondulante”, con libreto de Fernán de Valder y música de Manuel Valencia. La obra está ambientada en un viejo café de los años 20, regentado por un hombre mayor (Don Hilario) y su hija (Carmencita); los nuevos arrendatarios de una patrona muy malhumorada (Doña Pulcra, a la que deben las rentas de varios meses), los cuales confían en salvar su negocio convirtiéndolo en un célebre café-teatro, para lo que convocan un concurso que atraiga a artistas noveles. Pero el día del concurso se presentan en el local unos tipos, harto variopintos, que crean unas situaciones de lo más surrealistas.
Fernán de Valder, Sara B. Viñas y José Tejado
El elenco lo forman: Ángel Marañón (Don Hilario), Sara Viñas (Carmencita), Carlos Jiménez (Honorio) José Tejado (El Chino), Fernán de Valder (Berenjeno de la Vainilla), Álvaro Siddharta (Fabián), Mabel González (Doña Pulcra), Laura Pulido (Patricia) y Karmelo Peña (Monsieur Patateur). Dentro del coro, dirigido por Celia Laguna, destacan a modo de cotorras humanas, Carmen Gómez (una señora de Valladolid) y Nacho Muñoz (un señor de El Escorial).
Tuve ocasión de entrevistarme con la soprano Sara B. Viñas e intercambiar unas palabras al respecto de tan peculiar estreno con el objetivo de lograr ciertas averiguaciones que contribuyeran a iluminar tan “a priori” interesante proyecto, y conocí ciertos aspectos, como que los autores y productores convocaron en marzo de 2023 audiciones para cubrir los principales roles de la obra. Y que las audiciones se realizaron en el Centro Asturiano de Madrid el día 8 de marzo del presente año; comunicando dos días después Ángel Walter (productor ejecutivo) a Sara su selección para el papel de Pepita (nombre que luego cambió a Carmencita).
Asimismo, me aseguraba la soprano que le hizo muchísima ilusión haber sido seleccionada para este proyecto musical y escénico de nueva creación, pues este tipo de trabajos son una gran oportunidad para crear algo desde la nada, sin ningún tipo de referencias, antojándosele, además, siempre hermoso participar en un estreno, por poder dar vida a un personaje que nadie ha interpretado antes. Me transmitía, así, la cantante el entusiasmo que le reportaba este proyecto, pasando a contarme cómo se fueron desarrollando los acontecimientos previos a la escénica inauguración pública: “Una vez que la producción tuvo al elenco seleccionado, recibimos el material de trabajo (libreto por un lado y partituras por otro). Tras unos meses de trabajo personal, comenzaron los ensayos en septiembre de este mismo año. Como cualquier obra escénica y musical, el equipo de trabajo ha pasado por varias fases (lecturas de libreto, trabajo de mesa, primeras puestas de escena en movimiento, ensayos puramente musicales, etc.) Y ahora nos encontramos en la recta final; los últimos retoques y ensayos generales antes del estreno, el día 9 de diciembre”.
Me siguió enterando la artista de que en este tipo de obras, donde participan muchísimas personas (diseño, vestuario, escenografía, luces, coro, cantantes, etc.), la labor del productor ejecutivo es sin duda importantísima, debiendo ser este el garante de una buena gestión y organización de tiempos y lugares, y me añadía que en lo que respectaba a la labor de Ángel Walter esta había sido impecable, pues siempre se habría mostrado atento a sus necesidades así como dispuesto a resolver todas las dudas y problemas de gestión que conlleva una obra de tales características.
En cuanto al productor y director, ambas figuras aunadas en la figura del escritor del libreto, Fernán de Valder, me apuntó lo siguiente Sara B. Viñas: “Alberto se enfrentaba por primera vez a una dirección escénica y a una producción de este tenor y, con total convencimiento, puedo decir que la ha realizado con inapelable devoción hacia el proyecto. Su casa ha estado abierta desde el principio del proceso a todos nosotros para solventar dudas sobre nuestros personajes o sobre la obra. Pero es mucho trabajo escribir, actuar, producir y dirigir; de ahí que a lo largo de los meses de ensayos haya habido muchos cambios y algunas de las tareas han sido delegadas para lograr una mayor eficacia en la empresa, tal es el caso de la dirección de escena, que finalmente ha sido asumida por la veterana Mabel González, que a su vez interpreta el personaje de Doña Pulcra”.
Por último, me destacó Sara el no menos importante papel del director musical y compositor, Manuel Valencia, que habría sido capaz de compaginar su trabajo en Alemania con los ensayos que realizaron en Madrid: “Nuestra relación con él ha sido cercana en todo momento, pese a la distancia en kilómetros. Ha sido exigente, carismático y cariñoso, todo en uno; era la primera vez que trabajaba con Manuel de manera tan estrecha y ha sido todo un honor y un placer. No cabe duda de que la música es la guinda de este pastel y estoy convencida de que encantará a nuestro público del día 9”.
Para terminar, pregunté a la conspicua intérprete belcantista que qué había aprendido en este trayecto escénico, a lo que me respondió lo siguiente: “Todas las experiencias nos aportan aprendizajes nuevos; en este caso, me llevo muchísimas cosas positivas; el factor humano es quizá lo más importante. El equipo formado ha sido de 10; desde el primer momento, que recuerdo vivamente, aquella primera lectura en casa de Alberto, hubo química entre todos nosotros. En este sentido, se aprenden siempre cosas de tus propios compañeros de reparto. En segundo lugar, mi relación con la música, de corte contemporáneo, ha sido muy interesante. En proyectos de este calibre cuesta, al principio, habituarse a las armonías, ritmos y melodías de una composición actual. En este punto he aprendido muchísimo de Manuel, que nos ha ayudado a todos a entender, interpretar y amar su música”.
Las entradas se pueden adquirir el mismo día del estreno en taquilla o reservándose en el siguiente correo: aemalcobendas@yahoo.es (precio de la entrada 5 euros).
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