La selección portuguesa ha sellado su clasificación entre los cuatro mejores equipos de la Eurocopa de Francia tras imponerse agónicamente a Polonia (1-1, (3-5, en penaltis)) mediante una tanda en la que el pleno de acierto luso, cuya guinda puso Ricardo Quaresma, resolvió a su favor los cuartos de final.
El jugador del Besiktas se convirtió en el protagonista del país vecino por segundo encuentro consecutivo, después de anotar también el gol del triunfo en los octavos contra Croacia. La tanda volteó por completo un marcador que los polacos tuvieron de cara desde los primeros instantes.
No hubo minutos de tanteo en Marsella y así lo reflejó Lewandowski antes de cumplirse los primeros dos minutos del encuentro. En la primera acción ofensiva del encuentro, el ariete acabó con su sequía goleadora estrenándose en esta Euro después de que Grosicki llegara a línea de fondo y le pusiera el remate en bandeja.
El desconcierto luso se hizo notar ante el planteamiento polaco, que buscó doblar su renta en lugar de especular con el resultado y puso en serios aprietos a los defensores rivales. Los Lewandowski, Milik y compañía comenzaron a gustarse, armándose con rapidez en contragolpes que trataron de sacar provecho de una de las mejores defensas del campeonato, que solamente había encajado un gol antes del choque.
Pese a contar con más de una hora de partido por delante, el ansia de los jugadores portugueses jugó en su contra, pecando de un exceso de revoluciones que les impidió trenzar ataques y gozar de ocasiones claras.
En este tiempo, Renato Sanches y sus pretensiones resaltaron por encima del resto. El jovencísimo centrocampista de 18 años inició las jugadas de su equipo, buscó pases decisivos e incluso estrenó su casillero anotador en la competición gracias a un zurdazo desde la frontal que devolvió la igualada antes del descanso.
Consecuentemente, la marcha del partido a la prórroga se acercó en el que fue el quinto empate de Portugal en el torneo de cinco posibles. La vuelta de vestuarios dejó el billete a 'semis' en el aire, teniendo lugar sobre el césped un papel al que los del país vecino ya estaban acostumbrados en vistas de sus precedentes. En este tramo, los hombres de Fernando Santos enfilaron la portería con mayor decisión, aunque sin la claridad necesaria.
LOS PENALTIS DECIDEN LA GLORIA
En definitiva, se llegó a un 'sprint' final en el que los esfuerzos no obtuvieron sus frutos pese a que Cristiano tuvo en sus botas en diversas ocasiones el culmen de la remontada, por lo que el duelo desembocó en la segunda prórroga consecutiva para ambos combinados.
Ante la pesadez en las piernas de los protagonistas en el terreno de juego, la fluidez del balón brilló por su ausencia durante la media hora ampliada, siendo los penaltis la puerta de entrada hacia los cuatro mejores equipos del continente.
En la tanda decisiva, la experiencia lusa en las Eurocopas terminó sobreponiéndose a una selección novata a estas alturas. Un solitario fallo de Blaszczykowski en la tanda dejó el pase en bandeja para Portugal y, de nuevo, Quaresma fue el artífice del éxtasis en su país, marcando el que fue el 5-3 en la ronda que plantó a los portugueses en semifinales sin conocer aún el sabor de la victoria fuera de los 90 minutos reglamentarios.
FICHA TÉCNICA.
--RESULTADO: POLONIA, 1 - PORTUGAL, 1 (3-5, en penaltis). (1-1, al descanso).
--ALINEACIONES.
POLONIA: Fabianski; Pisczek, Glik, Pazdan, Jedrzejczyk; Krychowiak, Maczynski (Jodlowiek, min.98), Grosicki (Kapustka, min.82), Blaszczykowski; Milik y Lewandowski.
PORTUGAL: Rui Patricio; Cédric, Fonte, Pepe, Eliseu; W. Carvalho (Danilo, min.96), Renato Sanches, Joao Mario (Quaresma, min.80), Adrien Silva (Moutinho, min.73); Nani y Cristiano Ronaldo.
--GOLES. 1-0, min. 2, Lewandowski. 1-1, min. 33, Renato Sanches. TANDA DE PENALTIS. 0-1, Cristiano, gol. 1-1, Lewandowski, gol. 1-2, Renato Sanches, gol. 2-2, Milik, gol. 2-3, Moutinho, gol. 3-3, Glik, gol. 3-4, Nani, gol. 3-4, Blaszczykowski, falla. 3-5, Quaresma, gol.
--ÁRBITRO: Felix Brych (GER). Amonestó a Jedrzejczyk (min. 42), Glik (min. 66) y Kapustka (min. 89) por parte de Polonia y a Adrien Silva (min. 70) y W. Carvalho (min. 90+) por parte de Portugal.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.