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El pajaporte no tiene gracia y es un peligroso caballo de Troya

Tiene ese tufillo de medida de control social chino. Contiene ese hedor asqueroso procedente de gobernantes que se creen con derecho a regular tu vida
Ángel José González Herrero
lunes, 8 de julio de 2024, 10:53 h (CET)

El gobierno quiere que todos los pajeros de internet se registren en un fichero estatal; solo de este modo podrán acceder a pornografía en la red y obtener 30 accesos mensuales para ver sus páginas favoritas. Ni a un Orwell intoxicado de LSD se le hubiera ocurrido tamaño sueño húmedo para los gobernantes de su '1984'.


El gobierno pondrá una herramienta en las manos - perdón, el doble sentido de las palabras va a ser difícil de evitar en este asunto- .de los usuarios que se registren, tendrá forma de App y será imprescindible instalarla en el móvil o en el pc junto al DNI electrónico.


No hay palabras para calificar al ministro encargado de anunciar la medida. Que al pringado de Escrivá, quien pasó de tener vitola de sabio técnico independiente a ponérsele cara de super vice económico del gobierno tras colar y hacer tragar - perdón de nuevo- la nefasta reforma de la seguridad social y las pensiones, le hayan puesto, de momento, escoba, fregona y delantal para recoger la lefa de los españoles, lo dice todo de la política, la psicopatía y la corrupción moral.


Con la excusa de querer proteger de la pornografía a los menores de edad, se restringen las mas elementales libertades individuales de los adultos, forzando la entrada nada menos que en la mas profunda intimidad sexual de las personas. Y esta gente se atribuye la facultad de exigir a los ciudadanos el registro en ficheros para navegar por páginas de internet, y recopilar y custodiar información tan sensible y personal. ¿Cuándo y por qué hemos llegado a permitir esto? Nuestros gobernantes se han quedado en el modo pandemia; le han cogido el gustito a las medidas de control social en una dinámica de difícil retorno si no nos ponemos serios de verdad.


El mismo estado que ha entregado, en los últimos tiempos, por inoperancia e incapacidad, millones de datos sensibles de todo tipo de los españoles a hackers de todo el mundo, es el que le dice a los usuarios de porno que se tienen que registrar en un fichero custodiado por ese estado. Si, ese mismo estado que se ha comido con patatas y los brazos caídos el reciente hackeo a la DGT, que ha puesto en la dark web datos sensibles de millones de españoles, o los sufridos en ministerios, en el SEPE, y hasta en las mismísimas Fuerzas Armadas, la Guardia Civil y el propio movil del presidente, por solo citar algunos de ellos. ¿Qué no haría un hacker para obtener esa información y chantajear a personas concretas que está certificado que ven porno? Y ¿ qué puede hacer un estado para impedirlo? Nada. Ni saben, ni pueden.


¿En que legitimidad se apoya este gobierno para proponer a la sociedad una cosa así, de este tamaño? ¿Qué ocurre en sus cerebros para anunciar en rueda de prensa en la misma Moncloa toda esta paja mental?


Al gobierno se la pelan - perdón de nuevo- los menores. Estos nos son mas que el relato buscado para tratar de justificar otras intenciones y apoyar otros relatos y estrategias políticas (por ejemplo, ir contra la pornografía vende bien en entornos feministas, que la dicen incluso querer prohibir, y de la derecha también por cierto). Espero y deseo que sea solo eso. Que solo sea un nuevo caso de gobernantes atornillados al poder tratando de ganar relatos políticos e intentando un mayor y burdo control social desde una visión autocrática del poder. Si el origen de todo esto va más allá de lo político y del ansia de poder, estaremos ante un caso en el que solo la psiquiatría extrema puede entrar, y , por tanto, ya podemos empezar a hacer las maletas.


Más allá de disquisiciones morales, de lo paranoica y estúpida que nos parezca la sola idea, y del ataque que en su interior trae a la libertad individual, todos sabemos - ellos los primeros- que el plan húmedo del gobierno no tendrá ningún efecto práctico o real sobre lo que pretende regular. El 99% de las paginas porno que ven los españoles son extranjeras y no hay manera de que todo esto les afecte. El pajaporte solo sirve en España y para los servidores que se encuentren en territorio patrio. E incluso, en el caso de que Sanchez y compañía acaben bloqueando al estilo chino - ya queda menos- una restricción del tráfico de internet a determinadas web, todo esto se podría saltar con una simple contratación de una VPN, que cuesta menos que un café al mes. Treinta pajas privadas al mes, ya lo valen.


Si saben que todo esto no sirve para nada, y que nadie en su sano juicio va a decirle al estado que le registre como pajero para ver paginas porno españolas, ¿Qué se pretende entonces desde el estado? Es un test. Una trampa para ver cual es la reacción social ante algo así. Un primer intento de normalizar medidas de control social y calibrar el grado de aceptación de los relatos que apoyan la medida. En suma, un caballo de Troya que nos quieren colar por la entrepierna.


Si la reacción de la gente no va más allá de los memes y risas de bar, si nadie se preocupa por las libertades que se conculcan, si ven que aceptamos este tipo de cosas y no hay un debate social de confrontación , vendrán de nuevo a la carga pronto con medidas similares pero con intención mas política. ¿nos extrañará que tras esto, vengan medidas de control para el acceso a 'pseudo' 'medios', a webs transmisoras de 'bulos', o a quien caiga catalogado dentro de la etiqueta del fango que el gobierno de turno quiera encasillar a sus críticos?


¿Qué hará el Estado con futuros ficheros de pajeros, de usuarios de medios de 'ultraderecha, o de ultraizquierda, o de cualquier cosa que se les vaya ocurriendo'? ¿No podrán utilizar algunos de los que estén aupados al poder esa información para atacar, chantajear a rivales políticos o acometer venganzas entre los suyos? ¿Alguien confía en que esos ficheros no podrán serán violados, conteniendo eventualmente tan jugosa información?


Y a parte ya de todo, es que esta mierda tiene ese tufillo de medida de control social chino. Contiene ese hedor asqueroso procedente de gobernantes que se creen con derecho a regular tu vida, tu día a día y tu intimidad. Todo coincidente con lo que ya hacen los dirigentes de aquel país con su población, que dan ganas de vomitar a la cara de aquellos a los que se les ha ocurrido y de quienes lo defienden y se la tragan - perdón de nuevo - como buenos mamporreros.

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