Una alimentación donde primen los lácteos, las espinacas, el pescado azul o el aceite de oliva es clave durante el verano para unas uñas fuertes e irrompibles, pero también dejar de comprar lacas agresivas que las dañen y hagan que nuestro objetivo sea cada vez más complicado. Especial atención debemos tener en playas y/o piscinas, siempre atentas a la hidratación, el limado frecuente o el uso adecuado de productos que ayuden a su regeneración y cuidado.
Berenice Espejo, manicurista de la firma californiana Entity, señala ciertos agentes agresivos presentes en determinadas lacas, como una de las consecuencias del mal estado de las uñas en verano: “La exposición a los químicos en productos de limpieza o esmaltes es sumamente nociva para las uñas. Ingredientes con sustancias cancerígenas como el formaldehído, el ftalato de dibutilo (DBP) y el tolueno empeoran todos nuestros esfuerzos por cuidarlas, fortalecerlas y protegerlas. Los esmaltes agresivos contribuyen a que tengamos unas uñas secas y quebradizas, pero también nos provocan alergias (eccemas) en zonas sensibles que tocamos frecuentemente como párpados, cuello o boca” – apunta a modo de precaución.
La dieta también es importante para nuestras uñas, priorizando alimentos frescos y ricos en omega-3 y muy especialmente el aceite de oliva virgen extra, los aguacates, el pescado azul o los huevos, sin olvidarnos de los suplementos alimenticios con vitaminas B y E, ya que ayudan a endurecerlas y hacerlas así más duraderas. Otros alimentos muy buenos si tenemos las uñas frágiles son el ajo y el limón, ya que el primero es un reconocido antifúngico contra las bacterias y el segundo combate la debilidad en la estructura de la uña, gracias a sus ácidos antioxidantes, consiguiendo además acabar con ese color amarillento que muchas veces adoptan.
Tras los químicos de algunas lacas y productos de limpieza, y la importancia de una óptima alimentación, otro punto estaría en los agentes externos de todo tipo, desde la arena de la playa hasta el cloro de las piscinas, que las resecan y estropean, para lo que conviene hacer acopio de los mejores productos para uñas, como lacas protectoras, removedores de cutículas, limas, top coatsy fortalecedores.
En cuánto a un plus en la hidratación, lo podemos solucionar con una crema de manos diaria que lleve al menos alguno de estos ingredientes: aceites de oliva, ricino, coco o almendras, y manteca de karité.También hay que limarlas frecuentemente como forma de impedir que se acumulen bacterias en las uñas y bajo estas, algo habitual con los hongos que se suelen coger en muchas piscinas.
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